Uno de ellos, Julius Yego, representante de Kenia en el tiro de jabalina, no ha acudido a clases ni ha tenido un entrenador personal sino que cada sábado por la mañana se dirigía al cibercafé más cercano y allí se pasaba horas observando en Youtube vídeos de la disciplina.
Una forma curiosa de aprender pero que, sin duda alguna, le ha llevado muy lejos: "La necesidad de triunfar en jabalina me llevó hasta un cibercafé para ver a los mejores lanzadores. Estudiaba todos sus movimientos para mejorar mi propia entrenamiento", explicó el atleta de 27 años a People.
Talento innato
Este joven ya amaba el deporte desde que acudía a primaria en el colegio a pesar de que este no contaba con el material adecuado pero esto no le freno: "Yo sabía que tenía talento por lo que continúe con ello. Tenía un sueño: llegar a los Juegos Olímpicos para competir con los mejores". Su perseverancia, efectivamente, le ha llevado donde él quería.