El presidente de Òmnium se casó con la periodista ante tres curas, uno de ellos envuelto en cierta polémica.
Una de las noticias de la semana ha sido el arranque del juicio del procés, que el lunes 18 de febrero enfila su segunda semana. Uno de los testimonios más esperados es el de Jordi Cuixart, presidente de Òmnium, uno de los que alentó el 20 de noviembre de 2017 a los manifestantes en la Conserjería de Economía para impedir el registro. Lleva en prisión desde octubre de ese mismo año y, como se suele decir, la cárcel le ha cambiado.
Tras su entrada en prisión se ha convertido, por sorpresa, en católico practicante. De los presos del procés se conocía que Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn y Oriol Junqueras eran religiosos, pero la conversión católica de Jordi Cuixart no era nada de esperar. Como señala El Mundo, aunque ya estaba casado por lo civil con la periodista, Txell Bonet, ahora han contraído matrimonio por la Iglesia.Txell Bonet, una de las voces más activas del independentismo y una de las protagonistas de las campañas de las elecciones celebradas el 21 de diciembre, y Jordi Cuixart se casaron en 2016 por lo civil, cuando ella estaba embarazada de tres meses de su hijo Amat. Pero el ingreso del político en prisión cambió las cosas.
Una boda con polémica
El 27 de diciembre de 2018, la pareja contrajo matrimonio por la Iglesia en la prisión de Lledoners. Una ceremonia por todo lo alto que fue oficiada por, nada más y nada menos que, tres curas: el capellán de la prisión, monseñor Joan Prat, de presencia obligada; el padre Manuel Pousa Engroñat, más conocido como 'pare Manel', que acudía de parte del novio, y monseñor Jordi Carreter Cambra, de parte de la novia.El curo de la cárcel solo tuvo que dar en la ceremonia su potestad certificante, pero los otros dos sacerdotes son conocidos por rondar los ambientes nacionales-progresistas eclesiásticos. En concreto, el 'pare Manel' provocó en 2008 un revuelo considerable al revelar para el Periódico de Catalunya que había pagado abortos, algo que reafirmó en su libro 'Pare Manel, mes a prop de la terra que del cel'. Además de esto, en el libro reconoció tener una amiga especial y que había casado homosexuales en prisión, algo que en el mundo de la Iglesia no está muy bien visto... De hecho, tuvo que retractarse públicamente al abrirle un proceso canónico de excomunión.
Aunque el otro sacerdote, Jordi Carreter Cambra, no es tan famoso como el 'pare Manel', su sentimiento nacional-progresista es evidente: ha sido desde firmante del manifiesto de curas independentistas, hasta un habitual en las concentraciones por la libertad de los presos.