La justicia italiana ha abierto una investigación para saber si el suicidio de la joven italiana Tiziana Cantone fue inducido después de que se publicaran vídeos suyos de contenido sexual en internet. Las grabaciones fueron difundidas por su expareja, que grababa los encuentros en los que practicaban sexo sin que ella lo supiese.
Esta historia se remonta a 2015 cuando la joven italiana descubrió que se habían subido una serie de vídeos suyos a diversas páginas webs y redes sociales. Finalmente, la joven no pudo hacer frente a más burlas e insultos, y se suicidó ahorcándose en el sótano de su casa, donde su cuerpo fue encontrado por su tía, según afirman medios locales.
Aunque la Justicia le reconoció derecho de eliminar el rastro de todos estos vídeos en la red, fue condenada a pagar una elevada suma de dinero que oscilaba en torno a los 20.000 € en concepto de costas judiciales.
Una de las tías de la difunta ha asegurado que la muerte de su sobrina no quedará impune: " Mi sobrina ha sido asesinada por la web y por la indiferencia de muchos ", y es que la justicia va a investigar las causas de este suicidio
En busca de una nueva vida
La difusión de estas grabaciones le llevó a ser humillada públicamente, así que dejó su trabajo y su vida en Napolés y se marchó a La Toscana para intentar tener una nueva vida. Desgraciadamente, el vídeo y la frase que pronunció en él: "¿Estás haciendo un vídeo? Bravo", terminaron con ella.