Además de lo citado, sorprende que se pusiera a cocinar unos huevos que cogió de la nevera. No solo hizo eso, sino que además destrozó una estufa y un microondas en el proceso. La casa no estaba vacía, sino que el dueño de la misma se encontraba en la habitación de al lado viendo la televisión.
Según el hombre, pensó que los ruidos que estaba escuchando no se correspondían a un intruso, sino a su compañero. Cuando fue a ver qué pasaba, le descubrió cocinando unos huevos y comenzó a perseguirle fuera de la casa. A los pocos minutos, agentes de la policía consiguieron detener al sospechoso, quien ahora tiene cargos por invadir la intimidad de los dueños de la casa, y además ocasionar tantos destrozos en dichas circunstancias.
La historia se repite
La policía de Vancouver aseguró que no es la primera vez que viven una situación de estas características, ya que han detenido a más personas desnudas en casas ajenas. Y es que aunque en realidad no se trataba de un ladrón, en la ciudad de Canadá hay al año más de 1.600 asaltos a casas.