El hijo del exfutbolista y excapitán de la Selección de Brasil, Danilo Feliciano de Moraes, murió el miércoles 4 de septiembre tras sufrir una parada cardíaca mientras jugaba un partido de fútbol con amigos y familiares. Según ha informado el diario Folha de Sao Paulo, el joven de 30 años padeció un ataque cardíaco cuando estaba jugando en su casa familiar un partido de fútbol, que se encuentra en Barueri, región metropolitana de la ciudad paulista.
El hijo de Cafú había estado jugando diez minutos con sus amigos y familiares, y mientras estaba esperando a que comenzara otro partido entre ellos, empezó a encontrarse mal, según han relatado fuentes de la familia. El joven fue trasladado de urgencia al Hospital Albert Einstein, pero no pudo superar el ataque y falleció. Aunque según el periódico brasileño, no es la primera vez que el hijo del astro brasileño sufre este tipo de accidente. Hace cuatro años Danilo Feliciano sufrió otro infarto mientras jugaba un partido, estuvo unos días en observación y terminó recuperándose.
A la derecha Danilo Feliciano junto a su hermano Wellington Feliciano | Fuente: Instagram Wellington FelicianoVarios clubes importantes de Brasil han querido dar el pésame a la familia de Cafú por la pérdida de su hijo Danilo Feliciano. "El Flamengo lamenta profundamente la muerte de Danilo Feliciano de Moraes. Nuestras condolencias a la familia y amigos", ha escrito el club en su cuenta de Twitter. "¡Mucha fuerza a la familia y amigos de nuestro cinco veces campeón mundial!", escribía también el Santos. También se sumaron otros históricos como la Sociedad Deportiva Palmeiras o el Corinthians.
Malos tiempos para Cafú
No está siendo un buen año para el mítico capitán de la Selección Brasileña. A la triste noticia de la muerte de su hijo, hay que sumarle que este año el Tribunal de Justicia de Sao Paulo ha confiscado cinco propiedades y también ha bloqueado otras 15 hasta que logre pagar todas las deudas que tiene. El exfutbolista debe mediante la agencia Capi-Penta International Player préstamos que van desde los 260.000 euros hasta los 1,4 millones de euros. "Es un problema particular mío. Puedo dar mis propiedades, mi coche, mi casa... Puedo dar todo para pagar las deudas", aseguró Cafú al periódico Folha de Sao Paulo.
