El desenlace no podía haber sido peor. Este domingo, 11 de marzo, las fuerzas de seguridad han encontrado el cadáver del menor Gabriel Cruz, desaparecido desde el pasado 27 de febrero. Según ha informado el Ministerio del Interior, la policía ha detenido a la pareja actual del padre de Gabriel, Ana Julia Quezada Cruz, mientras trasladaba el cadáver del pequeño en el maletero de su coche, en la localidad de Vícar, Almería.
Esta mujer se encontraba ya en el punto de mira de la investigación, pues había sido interrogada por la Guardia Civil el pasado miércoles 7 de marzo. Y es que el anterior fin de semana Ana había 'encontrado' la camiseta interior blanca que llevaba Gabriel el día de su desaparición cerca de una depuradora, lo que hizo levantar las sospechas hacia ella de forma inmediata. Además, al parecer dicha prenda había aparecido seca, lo cual era algo inverosímil dadas las condiciones climatológicas de ese día.
Movilización ciudadana
El ministro Juan Ignacio Zoido ha trasladado sus condolencias a la familia, y los mensajes de apoyo y solidaridad hacia la familia ya se están dejando ver también en las redes sociales. Estos días la web se había inundado de imágenes de peces, el animal favorito de Gabriel, como movimiento de apoyo ciudadano hacia sus padres, y el 9 de marzo se convocó una manifestación en Almería, donde se pudo ver a los padres del menor totalmente destrozados.
La noticia ha provocado una tremenda conmoción no solo en el entorno del pequeño, que tenía 8 años, sino también entre las fuerzas de seguridad e investigadores. Tras estos 12 días de intensa búsqueda, el área que rodea Hortichuelas, pueblo en el que desapareció Gabriel, había sido rastreado intensamente en varias ocasiones. Los especialistas trabajaban en 400 puntos de interés, entre ellos balsas y pozos, y los últimos testimonios de dos vecinos afirmaban haber visto una furgoneta blanca en el camino que el pequeño debía recorrer hacia casa de su abuela. Precisamente el sábado 10 de marzo se hacía pública la existencia de grabaciones hechas por cámaras de seguridad en el camino hacia la depuradora, imágenes que podrían haber sido determinantes.