Greta Alonso es una escritora nacida en los ochenta cerca del Cantábrico. Firma sus libros con seudónimo, por lo que solo se conoce su voz, ya que esto le permite compaginar su trabajo como ingeniera y su pasión por la escritura. En el año 2020 salió a la luz su primer libro 'El cielo de tus días' y, tres años después, tras el éxito conseguido, regresa con 'La dama y la muerte', un segundo thriller oscuro y elegante que se sumerge en el mundo del arte.
BEKIA: Es usted ingeniera, ¿qué le motiva a una ingeniera a escribir?
GRETA ALONSO: Siempre me gustó la literatura y he leído desde niña. En casa de mis padres había muchos libros y nunca me limitaban a leer. Y cuando iba a estudiar el bachillerato tenía dudas de decantarme por las ciencias o por las letras porque me gustaban ambas. Pero al final, por un tema práctico, de salidas, me decanté por la ingeniería, pero siempre he leído mucho y también he escrito. En realidad podría haber estudiado una carrera de letras, pero fue un poco circunstancial.
B: ¿Cómo lo ha hecho para publicar con Planeta?
G. A.: No fue fácil porque escribí la novela sin aspiraciones, un poco a modo de terapia para llenar el tiempo. Cuando la acabé le gustó mucho a la gente de mi entorno y me animaron a llevarla a una editorial. Así que la envié de manera indiscriminada a muchas editoriales, pero no me hicieron caso. Entonces leí que había una agente, Justyna Rzewuska, que llevaba a Carmen Mola y, como yo además quería publicar con seudónimo, dije: 'Seguro que esta mujer me comprende' y le envié a ella el manuscrito, le gustó y lo presentó a muchas editoriales, que era las mismas a las que yo había enviado, pero como ella tenía más medios, le hicieron más caso. A muchas de ellas les gustaba mucho la novela, pero no el tema del seudónimo. Entonces rechazaron la propuesta, pero Planeta aceptó, se arriesgaron y al final, publiqué con ellos.
B: ¿Se planteó en algún momento autopublicar?
G. A. : Sí que lo estuve mirando, pero tengo la sensación de que hay que estar muy pendiente y al final como trabajo, tenía la sensación de que una editorial ayuda mucho. Creo que no tendría tiempo o no podría dedicarle tanto tiempo. En mi caso creo que es mejor una editorial tradicional.
B: Usted utiliza un seudónimo y el personaje de Dama oculta su identidad, ¿qué le lleva a ocultar su identidad y a su personaje?
G. A.: Los motivos son muy diferentes. Los míos son más emocionales porque tenía mucho miedo y sigo teniendo a todo este mundo de las giras, hoy en día parece que los escritores son como los cantantes, hacen giras de promoción, viajan mucho. Y yo por mi trabajo no podría viajar tanto ni sé si podría aguantarlo. Me siento muy protegida protegida con el seudónimo porque mantengo mi rutina, mi trabajo... Si embargo, los motivos de Dama son parte de la trama, pero no tiene nada que ver sus motivos con los míos.
B: A la hora de escribir el libro, ¿ha planificado la historia al detalle antes de escribirla o ha ido surgiendo sobre la marcha?
G. A.: Hay cosas que están planificadas, pero es cierto que, yo no me siento a escribir con la cabeza en blanco esperando a que llegue la inspiración. Cuando me siento ya tengo muchas ideas y han fraguado. Pero una vez que me siento van surgiendo nuevas ideas que hacen que me salga del camino principal y creo que eso es bueno, pero sin desviarme demasiado porque no quiero perder el norte de lo que quería escribir.
Con esta novela, h tenido que tener mucho cuidado porque a medida que investigaba sobre temas artísticos y el mundo del arte, iba averiguando cosas que se alejaban de la idea principal que es una novela negra.
B: ¿Cuánto dura su periodo de documentación antes de escribir?
G. A.: La idea de escribir una novela de tema artístico la he tenido siempre y ya tenía algo escrito. Pero en esta novela ese periodo duró unos 3 meses más o menos antes de escribir. Luego, a medida que he ido escribiendo he ido documentándome más, pero la documentación previa duró eso. Para mí es muy bonita la documentación no solo con libros sino cuando voy a visitar una ciudad o un pueblo porque aparece en la novela. Por ejemplo, en este caso el pueblo de Terán que aparece en la novela, quería ver dónde estaba la iglesia, el cementerio, las calles...
B: Al compaginar su trabajo con su pasión por la escritura, ¿cuánto tiempo le dedica a escribir?
G. A.: Yo no escribo siempre, por ejemplo, ahora llevo sin escribir más o menos un año. No solo por falta de tiempo, sino que las ideas que me vienen pienso que muchas de ellas no son buenas, entonces prefiero ir acumulando. Pero cuando escribo lo hago por las noches, a las ocho o las nueve, y unas 3 horas al día, pero no todos los días. Unas semanas son 4 días y otras ninguno. Como escribo sin prisa, al tener otro trabajo, no tengo plazos ni presiones.
B: Después de tener el libro terminado, ¿ha cambiado el final alguna vez?
G. A.: Sí, de este libro escribí dos finales y se los di a leer a la gente, que prefirió el final que he incluido en el libro. No suelo hacerlo, pero en este caso sí.
B: ¿Y es partidaria de los finales abiertos?
G. A.: No, no me gustan como lectora porque me siento un poco estafada y tampoco me gustan las trilogías ni las sagas porque me obligan a leerme otro libro entre medias. Por eso, como autora no lo hago.
B: ¿Qué le lleva a escribir este tipo de género y no otro?
G. A.: Porque como lectora me divierte mucho y me encanta. Y como autora es mucho más divertido porque tengo que tener un rompecabezas armado, desarmarlo y pensar en cómo voy a tramar todo para que el lector no sepa la verdad y el final no sea verosímil ni tampoco puedo hacer trampas. Además, cuando me siento a escribir no pienso en nada más y eso me encanta.
B: ¿Cuál es el género sobre el que no escribiría?
G. A.: Creo que la novela histórica porque como lectora es el tipo de novela que más me cuesta y creo que como autora también me costaría mucho y ni siquiera sé si escribiría la escribiría bien.
B: A lo largo de la trama consigue que el lector se despiste y piense que el culpable de los crímenes cambie, ¿cómo lo consigue?
G. A.: Eso no es fácil y quizás sea lo más difícil porque hay que ir dejando pistas y no hacer evidentes los motivos del culpable ni tampoco tienen que estar ocultos para que al final sea inverosímil. Es lo que más me cuesta, pero al leer mucho creo que me da facilidad.
B: ¿Se inspira en algún escritor? ¿En quién?
G. A.: No, porque no sería justo. Si que para algún personaje secundario me fijo en algún gesto o en alguna característica de gente conocida con la que tengo mucha relación. Por ejemplo, en la primera novela describí a un abogado que era mala persona y físicamente me fijé en el dueño de un bar que hay debajo de mi casa. Pero normalmente no lo hago. Lo que sí es que admiro a muchos autores que leo y pienso: 'Ojalá yo algún día pudiera escribir así', me ocurre con Domingo Villar o Javier Marías.
B: ¿Le gustaría adaptar alguno de sus libros a la gran pantalla?
G. A.: Hay gente que me lo ha preguntado y sí que me parece atractivo y además va a conocer tu libro más gente, pero he leído a otros autores que han tenido problemas con la adaptación porque no le ha gustado o no se ha reflejado lo que él quería y eso me da miedo.
B:Qué prefiere ebook o libro en papel?
G. A.: Siempre en papel. La verdad es que nunca he leído en ebook ni en medio digital, pero me relaja mucho leer en papel y luego ver los libros colocados en mi estantería.
B: Al utilizar un seudónimo no puede relacionarse con sus lectores como lo puede hacer otro autor que muestra su identidad, ¿le gustaría vivir la experiencia de pode interactuar cara a cara con sus lectores?
G. A.: Sí, y es uno de los motivos por los que me planteo en un futuro dejar el seudónimo, pero ahora mismo no me veo capaz. Hay mucha gente con la que interactúo por Instagram, que es la forma con la que me comunico con mis lectores y también me da mucha pena no poder ir a una firma o conocerlos en persona. Es lo que más me duele del seudónimo, pero por ahora no puede ser.