A pesar de esta opinión, Maxwell ha recibido la mejor de las condenas a las que se enfrentaba. Tras haber sido declarada culpable de cinco delitos de tráfico sexual por un jurado popular, la Fiscalía había pedido inicialmente para ella una condena de entre 30 y 55 años, aunque posteriormente redujeron la posibilidad de 24 a 30 años y la opción de 20 como la más posible de todas y la que finalmente ha sido dictada por la jueza.
Maxwell, tal y como recogen muchos medios, no mostró ni un ápice de arrepentimiento por lo que ahora ha quedado demostrado ante la justicia que hizo junto a su expareja. Esta simplemente se lamentó, por un lado, de haber conocido a Epstein, a quien definió como un "manipulador, astuto y controlador que engañó a todo el mundo a su alrededor"; y por otro, del daño que pudieron haber sufrido esas mujeres víctimas, de quienes esperaba que encontrasen la recuperación ahora que ella pagará por los delitos.
El Príncipe Andrés, el tercero en el caso
A ella se sumó, aunque sin forma parte activa del juicio, Virginia Giuffre, posiblemente la víctima más mediática de este caso, al reconocerse como víctima sexual del Príncipe Andrés de Inglaterra. Su testimonio público le costó a este un escándalo sin precedentes en la Corona Real, motivo por el que la Reina Isabel II decidía despojarlo de todos sus títulos y honores como miembro de la realeza. Su caso se cerró el pasado mes de febrero de 2022 con el pago de una cuantiosa cantidad de dinero (se habló de entre 10 y 12 millones de libras, una cifra rebajada a 7 según el diario The Sun) a la organización benéfica que esta tiene en apoyo a los derechos de las víctimas.