La última despedida del Papa Emérito Benedicto XVI ya tiene fecha. Su sucesor, el Papa Francisco, será el encargado de oficiar su funeral, y lo hará según dicta el 'Ritual Romano'. Aunque las dudas sobre cuál sería el proceder de la Santa Sede tras el fallecimiento del Pontífice al tratarse de un hecho histórico, pues es el primer papa que renuncia a su cargo en seis siglos, la diócesis ha anunciado que actuará siguiendo las pautas de organización que ha seguido con los funerales del resto de pontífices. De esta forma, Benedicto XVI será enterrado el próximo jueves 5 de enero de 2023 tras la misa oficiada por el papa Francisco en la Plaza de San Pablo del Vaticano, a la que podrán acudir los fieles para dar su último adiós al pontífice.
Desde el lunes 2 de enero hasta el miércoles 4 de enero de 2022, los fieles podrán asistir a la capilla ardiente del Pontífice, en la basílica de San Pedro. El último responso tendrá lugar a las 9:30 horas (8:30 GMT), y a él acudirán algunos de líderes religiosos y políticos más importantes del mundo, como ha ocurrido en funerales posteriores. El enterramiento seguirá todas las pautas que hasta ahora han seguido el resto de las honras papales. El cuerpo del Pontífice será depositado en un catafalco, una plataforma cubierta con una tela negra que representa el sepulcro, y los fieles podrán acudir a ella para mostrar sus últimos respetos al Papa. La Santa Sede también decretará nueve días de luto oficial en memoria del fallecido, quien será enterrado en la cripta de la basílica de San Pedro, junto a los restos de sus antecesores.
Un hecho sin precedentes modernos
El Papa Francisco será el encargado de presidir el funeral, en lugar de hacerlo el decano del colegio cardenalicio, un hecho histórico que no ha sucedido en más de seiscientos años. La novedad reside en la renuncia del papa Benedicto XVI a su cargo en 2013, tras ocho años como pontífice. A diferencia de lo que había ocurrido hasta el momento, ya existe un sucesor nombrado, por lo que será él mismo el encargado de despedir a su antecesor y oficiar las ceremonias pertinentes. Tras el entierro tampoco se llevará a cabo la ceremonia según la cual se elige al próximo papa, por motivos obvios. Los restos fúnebres de Benedicto XVI serán enterrados en tres ataúdes, una costumbre típica de los funerales papales.
Según los ritos litúrgicos que establecen los pasos a seguir en caso de fallecer un pontífice, el cuerpo debe ser depositado en primer lugar en un ataúd de madera de ciprés forrado con terciopelo carmesí, posteriormente, ese ataúd se introduce dentro de otro féretro, esta vez construido de plomo y cerrado con cordones de seda. Antes de meterse en el tercer ataúd, los cordones se sellan con cera moldeada con el escudo de armas del papa fallecido, en este caso, Benedicto XVI. El tercer y último féretro está construido en madera de olmo. Junto al cuerpo del papa se introduce un pergamino donde se escribe, en latín, los hechos más destacados de su reinado como papa, así como tres bolsas de piel con monedas de oro, plata y cobre.
La alarma por el estado de salud del Papa Emérito saltó hace tan solo unos días, cuando el 28 de diciembre el Papa Francisco pidió orar por él y anunció que se encontraba "muy enfermo". Ese mismo día el pontífice recibía el sacramento de la extremaunción. Poco después sería Matteo Bruni, portavoz de la Santa Sede, quien comunicaría que la situación del Papa Benedicto XVI se había "agravado a causa de su avanzada edad", presagiando ya el posible fallecimiento del Pontífice. Finalmente, este sábado 31 de diciembre de 2022, el 265º papa de la Iglesia católica ha fallecido en el monasterio Mater Ecclesiae, en el que ha vivido durante sus últimos 10 años.