La familia Franco nunca ha estado tanto en boca de todos durante los últimos años como lo lleva haciendo desde los últimos meses. Y es que a la controversia generada por el reconocimiento de Carmen Martínez-Bordiú como Duquesa de Franco y la intención del Gobierno de sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos, ahora se suma el negocio que su familia tiene entre manos.
Y es que los nietos de Franco han puesto en venta el histórico edificio situado en pleno barrio de Salamanca de Madrid donde Carmen Franco poseía la vivienda en la que estuvo viviendo hasta que murió en diciembre de 2017. Según ha informado Look, no solo el apartamento en cuestión era de su propiedad, sino que también lo es todo el edificio y, debido a la ubicación en la que se encuentra y sus características, no han dudado en ponerlo a la venta.
Sin embargo, puede que su intención se les complique por un motivo: y es que dos de los siete pisos y el bajo que conforman la propiedad están alquilados. Uno de ellos es un local comercial, que según ha señalado la citada publicación tendría su contrato vigente hasta 2021 y lo mismo ocurre con las dos plantas que lo finalizan en 2019. De esta forma, quien hoy día quisiera hacerse con el edificio tendría que respetar estos acuerdos.
El motivo: la liquidez
El precio que la familia Franco habría interpuesto sería de 55 millones de euros para una propiedad que solo con el alquiler de las dos plantas recibe cerca de 40.000 euros al mes, a lo que habría que restar los correspondientes impuestos. Ahora bien, la necesidad de liquidez podría ser la razón por la que la familia apenas esperó unos meses tras la muerte de Carmen Franco para poner a la venta esta casa ubicada en el número 8 de la calle Hermanos Bécquer.
Sin embargo, no ha sido la única posesión que la familia ha decidido poner a la venta ya que, además del Pazo de Meirás, también han decidido deshacerse la La Piniella, una finca asturiana que Carmen Polo poseía en Llanera y por la que según ha informado Jaleos, los herederos habrían decidido pedir cerca de cinco millones de euros.