No siempre la revista Interviú lleva en portada a famosas por su carrera o por haber aparecido en programas televisivos como 'Gran Hermano' o 'Mujeres y Hombres y Viceversa'. En ocasiones son mujeres normales que por un motivo u otro logran copar la primera página. Esta semana, Cristina Muñoz Gago se desnuda en la revista. Se trata de una exsodado de Infantería del Ejército español que denunció acoso en la Institución y fue expulsada por ello. Desde entonces trabaja como comercial de una aseguradora, empleo gracias al cual subsiste y puede mantener a su hijo.
''Sigo reclamando que se revise mi expediente y en España no hay cabida para eso. Tras archivarse en la esfera militar, acudí al Tribunal Constitucional, que se declaró incompetente y me derivó al Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Este, a su vez, me contestó que me derivaban al Tribunal Europeo. Ahora estoy preparando la demanda. Tengo confianza en que se me escuche en Europa'', asegura Cristina Muñoz totalmente rota de dolor. La exsoldado sigue mal por lo mucho que perdió. No solo se quedó sin carrera profesional en el Ejército como era su deseo, sino que por el camino se fueron su pareja y su alegría.
Pide ayuda al Rey y la ministra de Defensa
Cristina Muñoz Gago aprovecha que la ministra de Defensa es una mujer, María Dolores de Cospedal, para que "mire por la mujer dentro del Ejército. Que se deje de fuegos artificiales y que ayude a cambiar la mentalidad militar que tenemos. Que vaya a las unidades, a la Legión y que pregunte a la tropa cómo está".
También muestra que esta guerra no ha terminado, y que va a hacer todo lo que esté en su mano para que se reconozca lo que sufrió: "Como soldado, mi fin es ganar mi propia guerra. Cueste lo que cueste. No quiero dinero. Hago esta portada por la igualdad de la mujer en el Ejército. Es una portada de impacto para despertar conciencias y que, al ver mis fotos, sientan la opresión que yo he sentido durante estos años, que se refleja muy bien'. Si tampoco el Tribunal Europeo me da la razón, estoy dispuesta a acampar delante de Zarzuela e iniciar una huelga de hambre con un cartelito en el que pediré que se revise mi caso. El Rey, como mando supremo de las Fuerzas Armadas, debe preocuparse por mí y todos los que están en mi situación. Lucho por mi dignidad. Por España y por defender a mi país. Y mi país me está dando la espalda".