Luis Enrique Martínez García se ha convertido en la nueva esperanza de la Real Federación Española de Fútbol para volver a conocer lo que se siente ganar títulos. Desde que España levantara la Eurocopa de 2012, la selección está viviendo unos años en blanco de triunfos. Aquella selección dirigida por Vicente del Bosque encantó al mundo con su bonito juego de toque. Aunque esa España se ha desvanecido, por eso, Luis Rubiales ha confiado los mandos de la selección nacional al asturiano para encauzar a un equipo con grandes futbolistas, que tras la eliminación en el Mundial de Rusia 2018 han quedado tocados anímicamente.
El fichaje del asturiano por la Roja el 9 de julio de 2018, coincide curiosamente con aquel 9 de julio de 1996, día en el que Luis Enrique recibió un codazo brutal del italiano Tassotti que le dejó sangrando por la nariz durante el partido. Una contratación que gusta mucho entre los seguidores del Barça, pero no tanto entre los del Real Madrid, ya que la histórica rivalidad entre los clubes hace que los 'merengues' no vean con buenos ojos su incorporación al combinado nacional hasta la Eurocopa de 2020, un campeonato en el que se demostrará si Luis Enrique tiene lo que hace falta para hacer de nuevo campeona a España.
El lado más íntimo del asturiano
'Lucho' pasó por el altar a finales de 1997 con Elena Cullel, una azafata de tierra que conoció a las pocas semanas de fichar como jugador por el Barça. La boda se celebró en la Iglesia de Santa María del Mar, en el barrio barcelonés del Born. Y después de casi 21 años de matrimonio siguen igual de enamorados que el primer día. Su mujer pertenece a una familia de la alta burguesía del Baix Llobregat. Es hija de Francesc Cullel, un fabricante de ropa de piel que ha surtido a las mejores tiendas de España, y de Isabel Falguera.
Hace ya 20 años y me sigue aguantando. Te quiero Elena ?? pic.twitter.com/fWCwQYzN7j
? LUISENRIQUE (@LUISENRIQUE21) December 27, 2017
El asturiano es un empedernido absoluto del running y el ciclismo, el poco tiempo libre que tiene lo utiliza para salir a correr por los alrededores para preparar alguna que otra carrera. Aunque su gran pasión son sus tres hijos, Pacho, fue el primero en llegar a la familia en 1998. Un joven apasionado del snowboard y el wakeskate, una modalidad acuática con monopatín. Dos años más tarde la familia creció con la llegada de Sira, que a sus 18 años es una consumada amazona en el Open Sports El Prat, y años mas tarde, en 2010, se unió a la familia Xana.
Un futbolista con carácter
El asturiano creció futbolísticamente en su tierra natal, dónde destaco tanto como para que el Real Madrid y el Barcelona se pelearan por él en 1991, eligiendo finalmente recalar en el club 'merengue'. Aunque su paso por el club madrileño solo estuvo plagada de altibajos, siendo su mejor temporada bajo las órdenes del argentino Jorge Valdano.
Su travesía por el Madrid duró cinco años, ya que no renovó con los blancos debido a las discrepancias a la hora de la negociación. Eso provocó que el Barça volviese a fijarse en 'Lucho', así es llamado en el mundo del fútbol. Luis Enrique terminó fichando por el equipo azulgrana, bajo la atenta mirada de los seguidores blancos, que vieron en su fichaje al eterno rival una traición que nunca olvidarían. Y ha así ha sido, ya que tanto en su etapa como futbolista fuera del Madrid y como entrenador ha sido pitado cada vez que ha pisado el Santiago Bernabéu, campo del Real Madrid.
Nadie pone en duda su éxito en su etapa como futbolista, ya que al dejar el Madrid, Luis Enrique volvió a disfrutar verdaderamente del fútbol en el Barcelona: "Siempre fui del Barça, no me reconocía y hoy sigo sin reconocerme de blanco", confesó el asturiano el 6 de mayo de 2014. Y es que Luis Enrique no ha tenido nunca ningún problema en ir de cara. Además, siempre demostró su garra dentro de los terrenos de juego, donde se dejó en más de una ocasión cuerpo y alma, incluso algo de sangre.
Uno de sus momentos más recordados fue en los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos en 1994 contra la Selección Italiana. En una jugada sin aparente peligro, el jugador italiano Mauro Tassotti le propinó un codazo brutal a Luis Enrique, que le dejó sangrando por la nariz, una imágenes que dieron la vuelta al mundo. Luis Enrique terminó colgando las botas como futbolista del Barça en el verano de 2004.
Entrenador de éxito
En 2008, cuatro años más tarde de su retirada futbolística, 'Lucho' fichó por el Bacelona 'B', tras la subida de Pep Guardiola al primer equipo. Durante sus años en el filial del Barça se ganó un nombre como entrenador, fichando en 2011 por el AS Roma. Aunque su paso por la Liga Italiana no fue muy largo, ya que debido a los malos números del equipo los hinchas de la Roma arremetieron contra él, y lo peor de todo, contra su familia. Incluso, su hijo mayor sufrió acoso escolar y constantes amenazas, un hecho que Luis Enrique llegó a denunciar ante los medios. Por eso, decidió dejar Italia, volver con toda su familia a Barcelona y tomarse un año sabático. Hasta que en 2013 el Celta de Vigo se hizo con sus servicios, aunque lejos de su familia, ya que decidieron quedarse en Cataluña.
Y una vez más demostró de lo que estaba hecho, logrando que el Celta mostrase un gran estilo de juego. Eso provoco que el Barça confirmase el fichaje del asturiano en julio de 2014, para sustituir al Tata Martino. Su etapa en el banquillo azulgrana fue un éxito rotundo, ya que en los tres años que estuvo al frente del Barcelona levantó 9 títulos de 13 posibles : dos Ligas, tres Copas del rey, una Champions League, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y un 'Mundialito' de Clubes. Luis Enrique dejó el Barça en mayo de 2017 con 138 victorias, 22 empates y 21 derrotas en 181 partidos, unos números espectaculares que le llevaron a convertirse en seleccionador español el 9 de julio de 2018.