La Audiencia de Barcelona ha condenado a diez años y medio de cárcel a Rogelio Rengel, exeditor de la revista deportiva Don Balón y también exadministrador de varias sociedades del periodista Luis del Olmo y su mujer. El tribunal ha llegado a a la conclusión de que el susodicho cometió delitos de apropiación indebida y falsificación documental porque se quedó con más de 15 millones de euros de su patrimonio y del de otras personas, por lo que se aprovechó de la gran amistad que tenía tanto con el periodista como con su familia.
Sentencia dictaminada
Rengel, a través de la sociedad Asteya, se encargó de administrar los ingresos económicos que Luis del Olmo percibía en relación a su actividad profesional entre 2007 y 2011, así como captar dinero de familiares y amigos suyos con la intención aparente de invertirlo.
Lo que el condenado decía es que iba a destinar dinero a inversiones, entre otras cosas a bonos del Estado, no obstante, y a pesar de devolver una parte con la intención de generar confianza y no levantar sospechas, se quedó con el resto de los fondos.
En lo que se refiere a la gestión del capital del periodista y también de su familia, Rengel era gestor de dos sociedades y entre 2005 y 2011 Rengel se llevó 14,4 millones de euros, duplicando impuestos de sociedades o IVA.
Hay más afectados
La sentencia remarca: "Como mínimo desde el año 2005, Rogelio Rengel empezó a desviar fondos de ambas sociedades haciendo constar en la contabilidad de ambas datos que no se correspondían con la realidad, como inversiones que en la práctica no se realizaron". Tras su detención en 2011, el condenado reconoció haber cometido los delitos e ingresó unos 40.000 euros para satisfacer deudas contraídas con algunos de los afectados.
A pesar de que Rengel contó en el juicio que contaba con la autorización de Del Olmo para desviar el dinero porque tenían muy buena relación personal, el periodista afirmó que tenía plena confianza en el procesado porque hacía más de 40 años que le conocía y que fue precisamente el condenado quien se ofreció a administrar sus bienes. El fallo de Jesús del Olmo es que no le pidió que rindiera cuentas por esta administración porque le consideraba una persona decente y honesta, algo al parecer muy alejado de la realidad.
El tribunal absolvió a Rogelio Rengel del delito de alzamiento de bienes y además también dejó de lado al otro procesado en este procedimiento ya que creen que era un mero instrumento en manos de Rogelio Rengel para quien trabajaba. Por otro lado, la sentencia indica que fue la misma familia del condenado quien confesó a Luis del Olmo el desvío de dinero tras la detención de Rengel.