Ernesto Koplowitz Sternberg no ha podido seguir descansado en paz pues casi 50 años después de su muerte sus restos han sido exhumados por orden de un juzgado de Madrid para determinar la paternidad que demanda Ernesto Koplowitz Amores, tal y como ha informado El País.
Tras abandonar la cripta familiar, los restos de Koplowitz Sternberg llegaron al Instituto Anatómico Forense, donde el juzgado encargado del caso ha mandado que se extraigan muestras que posibiliten la realización de una prueba de ADN en el Instituto Nacional de Toxicología que permita saber si el demandante es hijo del fallecido.
El imperio de Ernesto Koplowitz Sternberg
La historia comenzó cuando Koplowitz Sternberg, judío alemán nacido en la Alta Silesia, abandonó su país y se estableció en España en los años treinta, cuando el nazismo vivió su pleno apogeo. En nuestro país prosperó con negocios electrodomésticos hasta que huyó a Francia cuando estalló la Guerra Civil.
Tras la invasión germana con motivo de la II Guerra Mundial, Koplowitz Sternberg regresó a España, donde consiguió trabajo en AEG. Poco después conoció a Isabel Amores Herrera, empleada en el Banco Rural y Mediterráneo, con la que comenzó una relación de la que habrían nacido dos hijos, Ernesto e Isabel Clara, que aunque nacidos fuera del matrimonio recibieron el apellido paterno.
En 1944 fundó la empresa Construcciones y Reparaciones, a la que cambió el nombre por Construcciones y Contratas y años después se casó con la aristócrata cubana Esther Romero de Juseu y Armenteros, madre de las grandes herederas de la fortuna de Ernesto, Esther y Alicia. En 1962 falleció tras caerse de un caballo en el Club de Campo Villa de Madrid, dejando una empresa próspera que ampliaron sus hijas pequeñas.
La riqueza de las hermanas Koplowitz
En la actualidad, Alicia y Esther son dos de las mujeres más ricas del mundo. Según la revista Forbes, Alicia, Marquesa de Bellavista, ocupa el puesto 437, mientras que Esther, Marquesa de Cubas, se asienta en el 488. Las hermanas cuentan con una fortuna estimada en unos 3.300 millones de euros y mientras Alicia posee Morinvest, la mayor SICAV del mercado, Esther es la accionista mayoritaria de la empresa que les legó su padre.
Esta fortuna podría tener que ser compartida si se confirma la filiación entre el demandante y Ernesto Koplowitz Sternberg. Ernesto Koplowitz Amores siempre ha defendido ser hijo del fundador de FCC y así lo ha hecho saber incluso en una autobiografía publicada en 2008, así como en una página web dedicada a su persona y a su millonaria familia.