El huracán Irene ya ha llegado a la costa este de Estados Unidos y el estado de emergencia ha sido decretado en cinco estados del país. El presidente Barack Obama ha abandonado sus vacaciones para ponerse al frente del operativo que tendrá que luchar contra los devastadores efectos que tendrá el paso del fenómeno meteorológico por la zona.
El alcalde de Nueva York ha decretado la alerta por primera vez desde 1985 y no dudado en ordenar la evacuación de más de 370.000 personas que viven en zonas con riesgo de inundación, así como los centros médicos y asilos situados en primera línea de costa: "Nunca hemos ordenado una evacuación y no lo haríamos si no pensáramos que la tormenta es potencialmente muy peligrosa."
2,3 millones de personas evacuadas
Los ventanales tapiados son la primera medida de seguridad vista en las zonas en alerta y los supermercados han sido los verdaderos testigos de la situación de crisis que viven millones de habitantes de Estados Unidos, amaneciendo casi sin existencias después del acopio de alimentos que están haciendo muchas familias para enfrentarse a las duras horas a las que se enfrentan.