El huracán Irene ya ha llegado a la costa este de Estados Unidos y el estado de emergencia ha sido decretado en cinco estados del país. El presidente Barack Obama ha abandonado sus vacaciones para ponerse al frente del operativo que tendrá que luchar contra los devastadores efectos que tendrá el paso del fenómeno meteorológico por la zona.
Carolina del Norte ha sido el primer lugar al que Irene ha llegado, con vientos de más de 160 kilómetros por hora, tal y como afirma el último comunicado de las siete de esta mañana. Irene se mueve a una velocidad de 20 kilómetros por hora y su próximo paso por toda la costa este de Estados Unidos arrasará la zona en lo que está llamado a ser un huracán histórico, tal y como lo ha definido Obama.
El alcalde de Nueva York ha decretado la alerta por primera vez desde 1985 y no dudado en ordenar la evacuación de más de 370.000 personas que viven en zonas con riesgo de inundación, así como los centros médicos y asilos situados en primera línea de costa: "Nunca hemos ordenado una evacuación y no lo haríamos si no pensáramos que la tormenta es potencialmente muy peligrosa."
2,3 millones de personas evacuadas
Los fuertes vientos y copiosas lluvias que azotarán las zonas han obligado a ordenar la evacuación masiva de más de 2,3 millones de personas, que se agolpan para abandonar sus hogares ante las graves consecuencias que provocará Irene.
Los ventanales tapiados son la primera medida de seguridad vista en las zonas en alerta y los supermercados han sido los verdaderos testigos de la situación de crisis que viven millones de habitantes de Estados Unidos, amaneciendo casi sin existencias después del acopio de alimentos que están haciendo muchas familias para enfrentarse a las duras horas a las que se enfrentan.