Donald Trump tiene en alta estima a sus hijos, a todos ellos, aunque siente especial predilección por Ivanka Trump, con la que congenia especialmente. La empresaria está ejerciendo como una especie de Primera Dama en la sombra, ya que su madrastra, Melania, la que ostenta el cargo de forma oficial, seguirá viviendo en Nueva York hasta que termine el curso escolar y se mude a la Casa Blanca con su hijo Barron, al que no han querido cambiar de colegio.
Ya causó controversia que se metiera demasiado, más de lo que se esperaba de la hija de un presidente de Estados Unidos, que no tiene cargo oficial alguno. Fue muy polémica su presencia en la reunión entre Trump y el primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, donde posó junto a ambos mandatarios sentada en la silla del presidente en el despacho Oval. Más recientemente ha estado junto a la canciller alemana, Angela Merkel, en un encuentro en la Casa Blanca. No contenta con eso, ha acompañado a su padre en actos oficiales... pero quiere más.
Ahora se ha confirmado a través de un funcionario a CNN y del propio abogado de la millonaria que Ivanka Trump tendrá su propia oficina en el Ala Oeste de la Casa Blanca, sede del poder ejecutivo. Unido a ello contará con teléfono del Gobierno y acceso a información clasificada, un poder reservado a unos pocos elegidos.
Para calmar los ánimos, se ha confirmado que Ivanka Trump no tendrá cargo oficial y no recibirá ni un euro por este trabajo, que por cierto no queda muy claro cómo lo desempeñará, qué tendrá que hacer y por cuánto tiempo. Lo que sí es cierto es que su influencia en la Casa Blanca cada vez es mayor, pese al conflicto que puede causar debido a sus negocios personales.
El 'yernísimo' también está en la Casa Blanca
Quizás la decisión haya sido precipitada, o quizás meditada. En ese sentido, en el momento en el que Donald Trump ganó las elecciones, ya se comprobó que la hija del mandatario quería estar cerca de su padre. Así, cambió su residencia en Nueva York por una fabulosa mansión en Kalorma, Washington.
Por si fuera poco, su marido, Jared Kushner, el yernísimo, desempeña un cargo como asesor presidencial, por lo que su poder e influencia sobre el 45 presidente de Estados Unidos, es más que manifiesta.