La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el torero Enrique Ponce han recibido los títulos de 'goyescos del año' de la Peña Taurina Femenina 'Las Majas de Goya' por la importante aportación de ambos al espectáculo taurino.
En una multitudinaria gala, a la que han asistido fundamentalmente representantes del mundo del toreo, así como de la política, las artes, el deporte y los negocios, 'Las Majas de Goya' han celebrado el pasado 6 de marzo el X aniversario de su fundación.
Esperanza Aguirre, 'Goyesca del año'
Alejandro Talavante fue premiado con el trofeo a la Mejor faena de San Isidro e Iván Fandiño recogió idéntica recompensa correspondiente al ciclo de otoño. Por su parte, la ganadería de Juan Pedro Domecq fue distinguida como 'la más encastada' de las lidiadas en San Isidro, mientras que el joven mexicano Sergio Flores, se llevó el galardón al Mejor novillero también de la feria isidril.
La presidenta de 'Las Majas', María Ángeles Sanz, tuvo palabras de agradecimiento hacia los profesionales cuya actuación se desarrolla no sólo en el ruedo si no fuera también, en la calle y los despachos, y a propósito destacó la labor de algunos políticos como Esperanza Aguirre, que en todas las oportunidades actúa de baluarte en defensa y promoción del espectáculo.
Por último, Enrique Ponce, al recibir su premio de manos de Aguirre, abundó en la reflexión que había hecho antes el ganadero Domecq, indicando que "la mujer es fuente de inspiración para los artistas, y los toreros somos artistas. Es bonito que en tiempos tan controvertidos haya una peña femenina que defienda el toreo y presuma de afición".
Enrique Ponce, 'Goyesco del año'
El diestro acudió sin la compañía de su inseparable mujer Paloma Cuevas, quien justificó la ausencia de su mujer alejando que había "tenido que quedarse en casa cuando ya estaba arreglada para venir, al sentirse con fiebre nuestra hija mayor. Paloma y todas las mujeres de los toreros pasan el miedo en la oscuridad, mientras en la plaza se fraguan los triunfos entre colores y bordados brillantes. Por eso también quiero dedicarle a ella este trofeo", concluyó Enrique.
Al recordar que "son veintitrés años consecutivos en la profesión, y ya va siendo hora de estar más tiempo con ellas, mis tres mujeres, la madre y nuestras dos hijas", se pudo interpretar como un guiño de Ponce a una posible retirada, descartada al precisar que "espero dar todavía mucha guerra".