Hasta ese momento, había quien hablaba de José Castro y Pedro Horrach como un tándem anticorrupción infalible, juntos destaparon algunos de los casos de corrupción más llamativos de nuestro país. Ahora, el que fuera fiscal ha declarado a Bekia que su relación con el magistrado es "inexistente". Estas palabras han hecho que podamos hablar de ellos como dos auténticos "Enemigos Íntimos".
Estalla el caso Nóos
Muchos empezaron a poner nombre y cara al juez José Castro y al fiscal Pedro Horrach cuando ambos comenzaron a trabajar en 2007 en el caso Palma Arena en el que se investigaba la posible malversación de fondos públicos por parte del PP balear que entonces encabezaba Jaume Matas. Fue entonces cuando fiscal y magistrado repararon en la existencia de una carpeta que contenía un expediente oficial en el que se justificaba el pago de un millón de euros desde el gobierno balear al Instituto Nóos con Iñaki Urdangarín y Diego Torres al frente.
A raíz de ese primer expediente se comenzaría a investigar la actividad de la institución del marido de la Infanta Cristina y su relación con el gobierno balear y otros gobiernos autonómicos. De esta manera arrancaba el caso Nóos por el que Urdangarín tuvo que declarar en dos ocasiones en los juzgados de Palma de Mallorca con todo el revuelo (y la desconfianza en la Familia Real) que aquello supuso. Los "culpables" de que Iñaki Urdangarín haya acabado en la cárcel ocho años después de que comenzará la investigación de este caso fueron los entonces inseparables Castro y Horrach.
La imputación de la Infanta
A pesar de su unión implacable contra la corrupción hubo un punto de la investigación e instrucción del caso Nóos que no consiguió poner a Castro y Horrach de acuerdo y acabó debilitando su buena relación profesional (y personal): la imputación de la Infanta Cristina. Tras la primera declaración de Urdangarín, el juez Castro vio con claridad que Cristina de Borbón debía ser llamada a declarar, por el contrario, el fiscal Horrach veía en esta decisión una locura. "Estás de broma", le llegó a decir al que entonces era su amigo cuando le comentó esta decisión.
A pesar de la negativa del fiscal, el juez Castro decidió redactar el auto de imputación de la Infanta Cristina y, aunque intentó mantener su buena relación con Horrach dejándole a este el borrador de dicho auto por si quería recurrir, su amistad desapareció fulminantemente. Cuando José Castro redactó el segundo auto a favor de la imputación de Cristina de Borbón, Horrach quiso reunirse con él para llegar a un acuerdo que chirrió en exceso al magistrado. El fiscal le sugirió al que había sido su amigo que tomara declaración a la Infanta y después la desimputara, "a cambio no recurriremos". Ese plural que utilizó Horrach entonces, hizo que Castro empezara a sospechar de la injerencia de terceras personas sobre las decisiones del fiscal para salvaguardar la imagen de la hija de Juan Carlos I, algo que hizo que su relación se debilitara aún más.
Las críticas de Horrach
Desde abril de 2013, momento en el que Castro decide imputar a la Infanta Cristina, su relación no vuelve a ser la misma. Es entonces cuando Pedro Horrach comienza a criticar la decisión del instructor en distintos escritos. Durante varios meses, el fiscal habla de la imputación de Cristina de Borbón como un hecho "discriminatorio" y asegura que el juez Castro actúa sobre la Infanta "con una especulación huérfana de sostén indiciario, del ámbito de la rumorología".
La cosa no quedaría ahí y el fiscal del caso seguiría criticando la imputación de la Infanta hablado de teorías conspirativas en su contra e, incluso, llegó a asegurar que la instrucción se había realizado por petición de terceros. Precisamente esta era la misma sosprecha que Castro tenía sobre la actuación de su compañero. Aún así, en una de sus citas privadas, el juez quiso dejar claro cual iba a ser su modus operandi: "No te puedo garantizar ningún resultado, sólo buenas intenciones. Si la Infanta me convence, la desimputaré y si no me convence, seguiré hasta llegar a otro escalón", le dijo a Horrach.
La respuesta de Castro
Pero las duras acusaciones de Horrach sobre los motivos de actuación de Castro no iban a quedar ahí y este último no dudó en responderle. Bajo esta premisa José Castro le lanzó un órdago a Pedro Horrach retándole a que le denunciase por prevaricación. Según el propio Castro, en los escritos de la fiscalía anticorrupción se estaba "faltando el respeto a su persona e imputando delitos". Haciendo uso de una fina ironía, Castro seguró que si "el Ministerio fiscal creía lo que escribía, debía poner una querella por prevaricación" en su contra.
Los motivos de su enemistad
Y aunque el punto de inflexión en su relación fue la imputación de la Infanta, Pedro Horrach fue muy claro sobre los motivos que habían resquebrajado por completo su relación con el juez Castro. Al parecer, este último había asegurado en una resolución judicial que el fiscal y otros responsables jurídicos del caso estaban actuando siguiendo "motivos bastardos", es decir, que actuaban bajo las órdenes del Gobierno o de la Casa Real. "No fue la consideración jurídica sobre la situación de Cristina de Borbón lo que malmetió nuestra relación", aseguró Horrach en una entrevista en laSexta.
En dicha entrevista Horrach quiso ir más allá y culpó a Castro de ser el culpable de que muchos hablasen de él como "el abogado de la Infanta" por el trato de favor que le habría intentado dar a la hija de Juan Carlos I. Durante aquella aparición televisiva, el fiscal volvió a defender que el trato a Cristina de Borbón había sido discriminatorio aunque el juez Castro considerase lo contrario. Para apoyar dicha afirmación, recordó la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma que así lo declaraba, algo que fue ratificado además por el Tribunal Supremo. Fue en esta entrevista donde Pedro Horrach quiso aclarar que su relación con José Castro ya era inexistente. ¿Retomarán su amistad ahora que se ha dictado la sentencia final e Iñaki Urdangarín ya duerme en la cárcel?