Cuando un entrenador no confía o no valora a uno de sus jugadores se produce una desmotivación por parte de ambos que acaba afectando a todo el equipo. Esto hace que el técnico no convoque al jugador, haciendo que la confianza del propio equipo y los seguidores en ese jugador decaiga. Así fue la historia de José Mourinho e Iker Casillas, una historia en la que la falta de confianza del entrenador en el portero acabó desgastando el apoyo del club y los madridistas en él y los convirtió en 'Enemigos Ínitmos'.
Iker Casillas, el madridista ejemplar
Cuando alguien piensa en el Real Madrid es fácil que se le venga a la mente la imagen de Iker Casillas. Aunque lleva tres años sin vestir la equipación blanca, el de Móstoles es la clara representación de un futbolista que lo ha dado todo por su equipo. Desde que entrara en 1990 en las categorías infantiles de club, su presencia bajo los palos ha sido fundamental para el Real Madrid.
¿Su portero favorito?
La llegada de José Mourinho al Real Madrid en la temporada 2010-2011 cambió la historia del club. Hasta el momento, Iker Casillas parecía una figura insustituible, había conseguido (por fin) la capitanía del equipo tras la marcha del también histórico Raúl y parecía que su nivel al frente de la portería no se había debilitado en sus diez años jugando en el primer equipo del club. Esto mismo pensaba Mourinho de él, o al menos así lo decía. A principios de 2011, cuando el portugués había recogido el Balón de Oro a Mejor Entrenador confió en Casillas para cambiar la historia del fútbol: "Algún día un portero ganará el Balón de Oro y si ocurre lo ganará éste que tengo a mi izquierda porque él es el mejor portero del mundo", dijo refiriéndose al guardameta madrileño.
Pero cuando esto sucedió, ya habían surgido entre ellos las primera diferencias. Mourinho estaba dispuesto a instaurar en el Real Madrid su manera de hacer las cosas, por lo que había prohibido la presencia de gente ajena al club durante los entrenamientos. Así, el palco de familiares y amigos se quedaba vacío. Con una excepción: Jorge Mendes. El técnico había permitido la presencia de su agente y representante de otros jugadores como Cristiano Ronaldo o Di María entonces. Esta decisión y la presencia del representante no agradaban mucho a Casillas, que lo hizo notar obviando la presencia de Mendes. Iker ni saludaba al portugués, mientras que otros jugadores se paraban a hablar con él sabiendo que era una de las personas de confianza de Mourinho.
Mourinho cambia las reglas
Mourinho llegó al Real Madrid para darle un cambio de aires al equipo, y lo consiguió. Tanto es así que modificó la actitud del propio club contra sus rivales, especialmente con el FC Barcelona, a quien convirtió en su enemigo deportivo y mediático. Las ardientes declaraciones del entrenador en cada rueda de prensa dinamitaron la relación entre ambos equipos, sus jugadores y sus seguidores. Algunos se unieron con fervor a la filosofía del portugués, otros, como Iker Casillas, vieron en su actitud "un madridismo que no les gustaba". Es aquí donde podemos encontrar el origen de esta enemistad.
Puede que a Mourinho se le fuera de las manos, literalmente. El técnico madridista llegó a meterle un dedo en el ojo a Tito Vilanova, entrenador del Barça entonces, tras un tenso partido de Supercopa en agosto de 2011. Con este partido y esta agresión que llegaría a los tribunales años después, se evidenció que algo estaba cambiando en el fútbol español y en la rivalidad entre equipos.
La llamada de la discordia
Afortunadamente, hubo muchos que no estaban dispuestos a comulgar con la manera de hacer de José Mourinho, tanto fuera como dentro del Real Madrid. Pero si hubo alguien que se desmarcó del modus vivendi de su mister fue Iker Casillas. El capitán no dudó en llamar a Xavi Hernández y Gerard Piqué tras aquel polémico encuentro y es que los dos jugadores blaugranas y el madrileño se encontrarían vistiendo la misma camiseta tiempo después en la Selección Española. Su intento de calmar las aguas (algo que siempre ha hecho Casillas buscando el buen rollo fuera del campo entre los equipos rivales) fue aplaudido por mucha gente, entre ellos, Vicente del Bosque.
El primer banquillo de Iker
Días después del dedazo de Mourinho y la llamada de Casillas llegaría el que muchos consideran el primer desplante del entrenador al portero. Mourinho dejaría en el banquillo Iker en un partido amistoso contra el Galatasary. Este gesto podría haber sido visto como una estrategia para dejar descansar al guardameta, pero tras lo acontecido previamente los medios especializados hablaron de esta decisión del portugués como un castigo a Casillas. Él mismo le restaría importancia al asunto, algo habitual en Iker, y mantendría su opinión sobre lo positivo de la polémica llamada a sus compañeros de La Roja. "Vi que era lo que tenía que hacer, porque nos estábamos equivocando tres pueblos", aseguró tiempo después en una entrevista.
Sin titularidad
Un año después de este primer castigo, como lo denominaron algunos, llegaría el gran batacazo de Mourinho a Casillas. A finales de 2012, el entrenador dejaría sin titularidad a Iker, algo que no sucedía en La Liga desde 2004. Fue Antonio Adán el elegido como portero titular aquella polémica noche por una decisión "puramente técnica". Mourinho aseguró que, en su opinión, "Adán estaba mejor que Casillas" e insistió en que era su opinión la que contaba. "Ha sido una sorpresa", aseguraba entonces Sergio Ramos que seguía confiando en su compañero como "capitán y líder".
El 2013 empezaría con esperanza para Iker. El portero tuvo la oportunidad de recuperar su titularidad cuando su compañero Adán fue expulsado tras un penalty. Sin embargo, la nueva titularidad de Casillas no duró ni un mes. El 23 de enero una "maldita patada" de Álvaro Arbeloa le provocaría una lesión que le obligaría a abandonar el campo durante un tiempo. Para sustituirle, Mourinho decidió fichar a Diego López en el mercado de invierno. Tiempo después llegaría a asegurar que se había fijado en el guardameta en 2011.
La despedida de Mourinho
El fichaje de Diego López marcó el deterioro definitivo de la relación entre Casillas y Mourinho. El nuevo guardameta madridista se convirtió en el portero favorito del mister, como supuestamente lo había sido Iker Casillas años atrás. Muchos confiaban en que el técnico luso contara con el de Móstoles para su último partido al frente del Real Madrid, pero nada más lejos de la realidad. Mourinho decidió nombrar titular a Jesús Fernández, ya que, aunque Casillas había recibido semanas atrás el "alta competitivo", él no lo consideraba así.
Semanas antes José Mourinho aseguraría ante los medios que ponía a Diego López por delante de Casillas por que "simplemente" le gustaba más. Además, insinuó que Iker no se estaba entrenando bien y que, incluso, había cogido peso. En este punto los rumores sobre la mala relación entre ambos ocupaban los medios deportivos casi a diario y había quien aseguraba que el mister le había llegado a decir a Florentino Pérez que "lo mejor que podía hacer" era prescindir de Casillas. José Mourinho se despidió del Real Madrid en el mencionado partido celebrado el 1 de junio de 2013, Iker Casillas lo haría dos años después, en julio de 2015.
Cinco años después
Tras la salida del técnico, se obvió la mala relación entre ellos, aunque se convirtió en una pregunta habitual en muchas entrevistas. Las respuestas no daban para mucho más, por lo que parecía que ya habíamos asistido al capítulo final de esta historia. Sin embargo, la entrevista de Iker Casillas en Universo Valdano de #Vamos ha reavivado la polémica. Tras haber exculpado al entrenador de su salida del Real Madrid en 'En tu casa o en la mía' de Bertín Osborne o haber asegurado en septiembre de 2018 que hablar de Moruinho después de tantos años era "absurdo" en una entrevista con un medio portugués, no se calló cuando el exfutbolista argentino le preguntó por el tema en su nuevo programa.
"Si me volviera a pasar, cogería el toro por los cuernos", aseguró el portero después de contar que, en aquel momento, pensó que lo mejor era estar callado. "Me están intentado picar para que salte y no voy a hacerlo", confesó que pensaba cuando todo aquello sucedió. Iker reconocer que, de pasarle ahora, se enfrentaría a Mourinho "sin ningún problema, hablando las cosas a la cara". Aunque el propio Iker reconocía que ninguno había vuelto a hablar del otro con estas declaraciones hizo cambiar esta situación: "Cuando dice que nunca se enfrentó a mí no se corresponde con la verdad. Se enfrentó a mí y lo hizo siempre del modo en que no hay nadie que lo haga mejor que él: a escondidas", dijo el actual entrenador del Manchester United considerando que le pareció "una entrevista de alguien que está en el final de su carrera". ¿Tendremos respuesta de Iker a estas últimas declaraciones?