El dispositivo, que se encontró en la localidad donde se pierde la pista de la joven de 18 años, ya está en manos de la Guardia Civil para ser analizado.
Se arrojan nuevas pistas sobre el caso de Diana Quer después de que un mariscador encontrase el móvil de la joven en una zona próxima al puerto de Taragoña (Rianxo), lugar en el que se pierde su rastro. El dispositivo, un Iphone 6 de color blanco que ha sido localizado dentro del agua, es la primera pertenencia de Diana que se localiza después de que desapareciese durante la noche del pasado 22 de agosto. El terminal se ha puesto rápidamente en manos de la Guardia Civil para que los investigadores puedan analizarlo y obtener así más datos sobre los movimientos de la desaparecida.La hipótesis principal se centra en que la persona que se llevó a la joven madrileña, supuestamente en coche, conducía con la intención de llegar a una casa situada en los alrededores de Taragoña, a unos 20 km de A Pobra do Caramiñal. Además, las señales del móvil de Diana Quer (que supuestamente se apagó por falta de batería) captadas por los repetidores de la zona, la sitúan cerca del puerto de esta localidad rianxeira entre las 3 y las 4 de la mañana de ese pasado 22 de agosto. Los agentes peinaron durante días el terreno en busca de alguna pista que pudiera arrojar luz sobre la desaparición.
A pesar de todos los indicios, el caso de Diana Quer parece continuar en un callejón sin salida ya que, tal y como reconoció el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, los trabajos de investigación sobre la misteriosa ausencia de la joven siguen en realidad sin "apenas variación". Es por ello que los investigadores mantienen abiertas todas las hipótesis y han decidido revisar de nuevo las grabaciones de las cámaras de seguridad vial de A Pobra y de la Autovía do Barbanza, con la esperanza de encontrar algún aspecto que pudiera no haber sido captado en el anterior visionado.
Una guerra abierta
Mientras tanto, los padres de Diana Quer continúan enzarzados en una guerra mediática que ha convertido el caso de su hija en el más conocido en nuestro país. Diana López-Pinel tuvo que asumir que le fuera retirada la custodia de su otra hija, Valeria, mientras que Juan Carlos Quer aseguraba que la resolución llegaba "muy, muy tarde". Las riñas familiares eran constantes, motivo por el que los investigadores barajaron que la ausencia de Diana pudiera haber sido voluntaria, algo que sus padres descartaron en primera instancia. Los días siguen pasando sin noticias de Diana Quer y su padre reconoce, a pesar de que los agentes están haciendo todo lo posible, que "las expectativas de encontrarla con vida no son las mejores, no soy ingenuo".