Desgraciadamente la muerte no entiende de luchas y Pablo Ráez murió porque su cuerpo no pudo con la enfermedad. Su ciudad natal Marbella ha querido rendirle el homenaje que se merecía y lo ha hecho en un multitudinario funeral al que acudieron todos los ciudadanos visiblemente conmocionados.
Permanecerá por siempre en el corazón de los que le conocieron, de sus familiares, amigos, su novia, pero también de toda España, a la que sirvió de ejemplo de lucha y superación. La Iglesia de la Encarnación acogió a todas las personas que quisieron darle un último y cariñoso adiós, las cuales no podían contener la emoción y daban un gran aplauso a la salida del coche fúnebre.
Pablo Ráez podría tener una calle
Ha sido tal el varapalo que ha supuesto la muerte de Pablo Ráez que se ha llegado incluso a proponer que se ponga su nombre a una calle de Marbella. La plataforma de recogida de firmas change.org ha registrado hasta trece peticiones ciudadanas que están siendo apoyadas por numerosas firmas. Sería un gran homenaje para un gran hombre.