La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) ha detenido al exministro de Trabajo Eduardo Zaplana, quien en 2008 decidió abandonar la política para dedicarse a negocios privados, por un presunto delito de blanqueo de capitales y otro de delito fiscal. El expresidente de la Comunidad Valenciana no ha sido el único detenido, sino que a él le han seguido otras dos personas que habrían incurrido en los mismos delitos.
Según han confirmado fuentes cercanas a esta investigación a Cadena Ser, Zaplana ha sido acusado de ocultar dinero negro procedente del extranjero. La Guardia Civil considera que dicho dinero, depositado en gran medida en paraísos fiscales, procede de comisiones obtenidas por adjudicaciones de contratos que se concedieron de forma irregular.
El expolítico ha sido investigado además por la operación Lezo, aunque sobre este caso no hay una sentencia firme y nada tiene que ver con su reciente detención. El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, quien ha estado al frente del caso Lezo, acusó a Eduardo Zaplana por una serie de tratos sospechosos con el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González.
Blanqueo de dinero
Según los datos adquiridos tras la investigación, González planeó adquirir con el exministro del PP el 50% de una sociedad en Uruguay por mediación de un abogado del país. Según las diligencias policiales, la finalidad de esa sociedad era blanquear los fondos que el expresidente de la capital española obtuvo a través de supuestas comisiones ilegales. Aunque la policía era consciente de la trama gracias a un seguimiento realizado mediante pinchazos telefónicos autorizados por el juez, finalmente no llegó a materializarse. Por lo tanto, Zaplana no aparece imputado en esta causa.