Los protagonistas de esta divertida anécdota son Fidel y Rubén Castro quienes cuando facturaron su equipaje y pasaron por el control de seguridad con el resto del equipo, decidieron irse a dar una vuelta por las tiendas del aeropuerto en busca de algunos regalos para sus familiares y amigos.
Ambos jugadores se fueron con la tranquilidad de que aún faltaban unas horas para embarcar, pero cuando tras finalizar sus compras se percataron de la hora, ya no pudieron tomar el vuelo con el resto de sus compañeros, ya que llegaron tarde y el comandante les impidió pasar al negarles la autorización.
Tuvieron que regresar en el siguiente vuelo
Debido a este incidente, los hermanos tuvieron que esperar para embarcar en el siguiente vuelo de Madrid a Gran Canaria, con el que estuvieron más atentos del horario y pudieron subirse al avión a tiempo. Con suerte, este pequeño error tanto Fidel como Rubén Castro no lo volverán a cometer al ser la comidilla del equipo tras el incidente.