"Ha sido el viaje más increíble que viviré en mi vida", ha asegurado. Su despedida, en la que ha caído alguna que otra lágrima y las emociones han estado a flor de piel, ha llegado tras sus dos victorias en las primeras rondas del US Open, lo que ha hecho que la organización proyectara su vídeo de despedida en varias ocasiones, por si una de esas era la última, como finalmente ha sido. Para Serena Williams esta despedida solo significa el comienzo de una "nueva Serena", la cual tendrá la oportunidad de conocer en otras facetas más allá del tenis.
"Ahora quiero hacer cosas que no he tenido la oportunidad de hacer", ha asegurado la tenista en su despedida, haciendo referencia a su hija, Olympia, que llegó al mundo en 2017 y quien ha tenido que compartir a su madre con el deporte que tantas alegrías le ha reportado. "Estoy lista para ser una madre, para explorar la versión diferente de Serena. Técnicamente, en el mundo actual todavía soy superjoven, así que quiero seguir disfrutando mientras pueda", ha asegurado, afirmando que su principal objetivo a partir de ahora será el cuidado de su hija, que compaginará con sus otros proyectos profesionales que, a diferencia del tenis, son más flexibles y le permiten un mayor tiempo libre.
"Estoy muy agradecida a todas las personas que alguna vez han dicho: 'Vamos, Serena', en su vida. Me tenéis aquí", ha agradecido en su discurso de despedida, en el que ha querido mencionar a todas las personas que la han apoyado a lo largo de su carrera: "Agradezco a cada persona que ha estado ahí, que ha estado a mi lado durante tantos años, décadas. Dios mío, literalmente han sido décadas", sin embargo, hay tres personas en especial a las que la tenista ha querido recordar y que no podían faltar: sus padres y su hermana Venus. "Todo empezó con mis padres, y ellos se merecen todo", ha confesado. Sin embargo, si hay alguien que verdaderamente ha contribuido en la creación del mito que es Serena Williams a día de hoy, esa persona es su hermana: Venus Williams: "Yo no sería Serena si no fuera por Venus", ha asegurado.
Su legado en el tenis
En su despedida, la tenista espera ser recordada por la pasión con la que ha jugado durante más de dos décadas. "No me rindo, nunca me he rendido en mi carrera", ha asegurado. "Hay tantas cosas por las que ser recordada... Como la pelea, soy una luchadora. Traje algo diferente al tenis: una imagen diferente", para la tenista, su figura no solo ha contribuido a nivel profesional, sino que también ha conseguido un cambio en todo el engranaje que forma el mundo del tenis: "La pasión, creo que es lo que mejor me define".
Aunque su discurso podría parecer un adiós definitivo, la tenista ha dejado abierta una puerta ante un futuro incierto. Por el momento, no seguirá jugando pues el último año ha sido un no parar, pero ha hecho un guiño al Open de Australia al asegurar que el país le gusta mucho.