Dani Alves ha sido el último el declarar en el juicio por la presunta agresión sexual cometida contra una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona la madrugada del 31 de diciembre de 2022. El jugador de fútbol lleva en prisión preventiva por riesgo de fuga desde el 20 de enero de 2023. Su declaración ponía así fin a tres días de juicio durante el que la jueza ha escuchado a la presunta víctima y a los diferentes testigos de ambas partes (como Joana Sanz, todavía esposa del brasileño). Este ha apelado, como en ocasiones anteriores, al supuesto consentimiento que si había aportado la denunciante en todo momento por su forma de comportarse. Un relato totalmente contrario al de la joven.
El exjugador de fútbol solo respondió a las preguntas de su abogada Inés Guardiola en una declaración que duró según los medios allí presentes apenas 20 minutos en lo cuales el acusado llegó a llorar y hasta replicó algunas de las posturas en las que mantuvo sexo con la joven sentados en el váter del diminuto baño del reservado VIP de la discoteca Sutton.
"Ella empezó a rozar sus partes con la mía, un baile típico de discoteca"
Alves aseguró que el galanteo por parte de la joven comenzó ya cuando estaban bailando en el reservado: " Empezamos a bailar un poco más pegados. Estuvimos un rato interactuando, pasándolo bien ", y que intuyó el interés sexual de la denunciante por ciertos gestos: " Ella empezó a rozar sus partes con la mía, un baile típico de discoteca. Empezó a perrear, perdone la palabra, y empezamos a intimar ".
Este aseguró que fue ella la que en varias ocasiones llegó a tocarle los genitales, una muestra más que a él le sirvió para interpretar un interés sexual: " Puso su mano atrás y empezó a tocar mis partes. Pensé que había una atracción sexual ahí ". La presunta víctima en cambio ha declarado siempre -desde la primera denuncia- que fue el brasileño el que en hasta dos ocasiones llevó su mano a sus partes íntimas retirándola ella con cierta violencia y desagrado.
Fue entonces cuando le propuso mantener relaciones sexuales y Alves se fue al cuarto de baño: "Me quedé un rato allí pensando que ya no iba a venir, que no quería venir. Pero cuando abro la puerta, prácticamente doy con ella". Ella accede por su propio pie y comienzan a dar rienda suelta a la pasión fruto del galanteó previo en el que ha insistido el futbolista: " Nos empezamos a besar, yo le ayudé a bajarme los pantalones, me senté en la taza del váter, ella se puso de rodillas delante de mí y me empezó a hacer una felación ".
Posteriormente mantuvieron relaciones sexuales y Alves ha recreado en la propia sala judicial algunas de las posturas como si la silla en la que estaba sentado fuera el retrete del baño en el que ocurrió todo. " Me giré para correrme fuera de su sexo y le avisé de que regresaba al reservado, no quería que nos vieran juntos saliendo del baño ". La denunciante en cambio aseguró que el futbolista eyaculó dentro.
Alves ha negado en todo momento que la tratase con la violencia que ella ha declarado -tirones de pelo, bofetadas, insultos y vejaciones-: " No soy un hombre violento ", asegurando tampoco que ella en algún momento le pidiese parar o irse de cuarto de baño como ella ha relatado: " No, en ningún momento me dijo nada. Estábamos disfrutando los dos ahí y ya está, nada más". Tras esto, Alves asegura que estuvo un rato más en la zona VIP y que la joven y sus dos acompañantes se fueron. Cuando el salió de la discoteca pasó al lado de ellas y la denunciante estaba llorando y relatando que había sufrido una agresión sexual. El brasileño asegura que no la vio.
El informa final de la jueza: "Alves se consideraba totalmente impune"
Tras escuchar toda las declaraciones a lo largo del juicio, la fiscal del caso, Elisabet Jiménez, ha recogido en el informe final del juicio una serie de anotaciones en las que apunta que las diferentes versiones de Alves a lo largo del último año y el relato constante de la presunta víctima no juegan a su favor: " Toda esa batería de versiones es porque se consideraba totalmente impune. Vino al juzgado soberanamente tranquilo ", destacando de la denunciante que "ha sido muy valiente en todo el proceso, es una mujer muy fuerte" con un relato "absolutamente creíble".
Jiménez asegura además a modo replica al informe de Guardiola sobre las imágenes de la discoteca que no se puede "juzgar a la víctima por bailar y por haber aceptado subir al reservado" ya que la joven ha dejado claro con su relato que "ella no buscaba un situación traumática, hasta el punto de que un año después continúa de baja" en su trabajo. " Que una mujer acepte una copa o subir a un reservado no implica que tenga interés sexual ", añade.
Por su parte, Guardiola insiste en ese informe final en que los jueces sean "valientes" para declarar inocente a Alves por estos hechos e ir en contra de ese juicio mediático que ya ha condenado al jugador de fútbol en cuanto se dio a conocer el caso. Cualquier otra persona en la misma posición que Alves hubiera entendido exactamente lo mismo que él", señalando que la presunta víctima podría simplemente haber denunciado porque "estaba enfadada consigo misma por haberse desinhibido sexualmente y por haber mantenido un encuentro sexual esporádico al que no estaba acostumbrada". El caso ha quedado visto para sentencia.