El escrito de la jueza del caso
Según recoge el escrito, la investigación concluye que, efectivamente, Alves y la víctima estuvieron bailando en el reservado antes de acceder al cuarto de baño como ambos confesaron y como recogen las cámaras de seguridad. En cambio, este también incide es que el futbolista le colocó la mano en sus genitales en un par de ocasiones y esta la apartó en forma de rechazo. Posteriormente es Alves el que se dirige hasta la puerta del cuarto de baño e invita a entrar a la víctima, sabiendo lo ocurrido allí dentro por el relato de ambos, siendo el de ella el más consistente.
Según la jueza del caso, Alves no respetó ninguna de las peticiones de la joven de que la dejase salir del cuarto de baño y frenase sus intentos de tener relaciones sexuales para posteriormente levantarle el vestido y obligarla a sentarse encima de él. Luego la agarró por la parte posterior de la cabeza y la tiró al suelo para obligarla a realizarle una felación, momento en el que la víctima se hizo una herida en la rodilla. Al no conseguirlo, "le dio varias bofetadas" y la colocó bruscamente contra el lavamanos, frotó su pene contra su cuerpo y finalmente la penetró "de manera violenta".
Tras esto y como recogen de nuevo las cámaras de seguridad, fue Alves el primero en salir del cuarto de baño y luego lo hacía la víctima. Mientras que este se apartaba del grupo con el que iba, la joven se acercó a su prima, una de las chicas que la acompañaban, le contó lo ocurrido y se fueron. Desde entonces y a pesar de pasar a su lado al salir de la discoteca, momento en el que la joven ya estaba llorando junto al equipo de la discoteca, Alves ni se dirigió a ella.