Pero la madre lo tuvo claro desde el principio. Iba a dar a luz a la pequeña, cuya supervivencia eran de unas horas únicamente, para donar sus órganos a otros bebés con malformaciones, tal y como ha recogido la web de Telecinco.
Un parto muy solidario
Después del nacimiento de Annie el 23 de junio de 2016, la pequeña solo estuvo viva durante 14 horas y 58 minutos. Después de su fallecimiento, tal y como era el deseo de los padres Abbey y Robert, donarían sus órganos para otros bebés, aunque en este caso, solo se pudieron donar sus válvulas cardíacas debido a los bajos niveles de oxígeno de su cuerpo.