Tras 35 días sumida en la polémica por haber falsificado las notas y el acta de un máster en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, fue la publicación de un vídeo suyo siendo detenida por intento de robo de dos cremas antiedad de la marca Olay en un supermercado Erosky de Vallecas lo que llevó a que Cifuentes tomase la decisión de dimitir de sus cargos políticos, algo que llevaban reclamándole otros partidos políticos de la oposición desde el primer día.
De esta forma, el 25 de abril de 2018 se presentó ante la prensa para comunicar de manera oficial la renuncia a la presidencia de la Comunidad de Madrid, puesto que ocupaba desde el año 2015. Dos días más tarde, el 27 de abril, Cifuentes se vio obligada también a renunciar a su otro cargo, el de presidenta del Partido Popular en Madrid, tras apenas un año en el cargo.
El final de su carrera política
Con la renuncia ahora a su acta de diputada en la Asamblea de Madrid, este sería el tercer y último cargo al que renuncia la madrileña, quedando por tanto desvinculada del mundo de la política en el que se había iniciado a la temprana edad de 16 años como afiliada de las Nuevas Generaciones de Alianza Popular y se introdujo plenamente en sus años de estudiante en la universidad como integrante de grupos activos de índole política.