Intimidó a los testigos para que no declararan
La razón por la que ni Jane, que ahora tiene 38 años, ni sus padres llegaron a testificar en 2008 fue por miedo. La madre de la víctima ha alegado que se sintió intimidada por el cantante y por su círculo más cercano, compuesto por sus mánagers y asistentes y el cual el propio juez clasificó como "organización criminal formada para atraer jóvenes". También ha confesado que le preocupaba cómo podría afectar a su hija la condena de Kelly y la revelación de que aparecía en un vídeo sexual y que, tras el juicio, incluso se vio obligada a huir del país junto a su familia.
Jane también ha relatado cómo fueron los encuentros sexuales con el cantante, quien indicaba a la joven lo que debía hacer: "Él me decía lo que tenía que hacer. Lo hicimos incontables veces. Cientos", ha confesado la víctima. En el juicio, también se ha acusado a Kelly de haber pagado "cientos de miles de dólares" para recuperar vídeos con contenido pornográfico que "desaparecieron de su colección" a principio de los años 2000.
Las acusaciones contra R. Kelly han estado siempre en el aire, aunque el acusado se las ha ingeniado para poder eludirlas en el pasado. Sin embargo, con la llegada del movimiento Me Too, cientos de mujeres decidieron alzar su voz para acusar a sus abusadores y consiguieron acabar con el reinado de abusos y acoso de varios poderosos, como es el caso del productor de cine Harvey Weinstein. Las menores que sufrieron los abusos del cantante, ahora convertidas en mujeres, han conseguido el valor suficiente para enfrentarse a él y así hacer justicia. En 2019, también salió a la luz una miniserie, 'Surviving R. Kelly', en la que se relata el caso de R. Kelly y su detención.