Ahora La Vanguardia ha tenido acceso a una conversación que mantuvo el encarcelado con su compañero de celda. Una conversación a lo largo de la que le dio algunos detalles sobre el crimen y en la que le aseguró que el verdadero culpable era su hijo, pero que él le había ayudado porque "se lo debía" porque "yo maté a su madre".
Entonces él, que hasta entonces siempre se había declarado culpable, se colocó por primera vez en la escena del crimen manipulando el cuerpo sin vida de los jóvenes. Así, le contó que su hijo había disparado tres veces por la espalda a Marc y una vez en la cabeza a Paula en su plantación de marihuana. Entonces él se había encargado de hundir sus cuerpos y desprenderse de sus pertenencias.
Su mujer como coartada
No obstante, esta confesión, según indica el citado medio, carece de credibilidad para los investigadores puesto que las pesquisas han indicado que los jóvenes fueron asesinados en una zona del pantano a la que Magentí acudía a pescar, y no dicha plantación. Además puede haber tratado de inculpar a su hijo porque en los últimos tiempos su relación no era demasiado sólida.
Asimismo, Mayka Navarro cuenta que nadie más pudo acceder a esa zona del pantano y que aunque no hay una prueba -una imagen, ADN,..- que lo incrimine, el acusado estaba allí el día del asesinato y regresó días después al mismo lugar junto a su actual mujer para utilizarla como coartada al tiempo que se deshacía del coche de la pareja. Lo que sigue siendo un misterio es el motivo que le habría llevado a cometer el asesinato.