De vez en cuando el mundo decide regalarnos una tierna historia que demuestra que la bondad sí existe. Este es el caso de Norah, una pequeña de tan solo 4 años que le ha devuelto la sonrisa a Dan Peterson, un anciano de 82 que vivía una difícil situación después de haber perdido a su esposa.
La pequeña se encontraba con su madre en un supermercado de Georgia (Estados Unidos) realizando unas compras para su cumpleaños cuando vio a Peterson. Inocentemente se acercó a él y le saludó diciendo "hola persona anciana". Tara Wood, madre de Norah, regañó a su hija por haber utilizado esas palabras, aunque se sorprendió cuando vio que Peterson no se había enfadado, sino todo lo contrario. Le devolvió amablemente el saludo a Norah e incluso se hizo una foto ante la insistente petición de ella.

Tara Wood compartió la imagen en sus redes sociales y dio la casualidad de que una de sus seguidoras conocía a Dan y sabía de su profunda tristeza tras la pérdida de su mujer. Por ello, madre e hija decidieron invitarle a comer y la amistad entre la pequeña y el anciano se hizo cada vez más fuerte. "Tómate un minuto saludar a alguien. Nunca sabes, podría conducirte a cambiar la vida de otra persona" afirmaba Wood en su cuenta de Facebook.
Una nueva oportunidad
Finalmente, Dan Peterson ha sido en cierto modo 'adoptado' por Norah y Tara y se ha convertido en uno más de la familia. Recibe sus visitas todas las semanas y se ha hecho inseparable de la pequeña. "Creo que le ha dado una nueva oportunidad a su vida y todos estamos mejor gracias a eso. Se ha convertido en parte de nuestra familia y seremos sus amigos hasta el final de sus días" escribió Tara Wood para Today Parents Network.