Tras hacerse pública la noticia del fallecimiento también se dio a conocer que el exjugador de NFL tenía cáncer y una enfermedad que dañaba su hígado, según información de Hugh Bernreuter del portal Michigan Live. En los dos años que pasó en Michigan State, Rogers terminó como el líder en anotaciones por aire del Big Ten, además de mantenerse en el tercer puesto de todos los tiempos de dicha conferencia con un promedio de 20.9 yardas por recepción en su carrera.
De la misma manera, el deportista logró formar parte del equipo Consensus All-America Team en 2002, que da cabida a los mejores jugadores en un equipo lleno de estrellas colegiales. Ese año terminó al lado del ala cerrada Dallas Clark, así como los defensivos Terrell Suggs, Mike Doss y Terrence Newman, entre otros.
Carrera de éxito
El estadounidense mostró un enorme potencial durante su etapa como jugador. Atrapó 22 pases para 243 yardas y llevo a cabo dos touchdowns durante sus primeros cinco juegos de la temporada 2003. Pero justo después se rompió la clavícula, lo que acabó con su campaña de novato. En la siguiente temporada volvió a fracturarse los huesos y puso fin a su carrera en 2006. El atleta admitió que había luchado contra el abuso de sustancias, incluida una adicción al Vicodin. Además, fue arrestado en varias ocasiones por problemas relacionados con el alcohol.