El psicópata fue condenado a cadena perpetua por una serie de asesinatos realizados en los años sesenta entre los que destaca el de Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski. La estrella de cine fue apuñalada 16 veces y con su sangre se escribió en la pared "Muerte a los cerdos". Poco más tarde murieron de forma similar Leno LaBianca y su esposa Rosemary. Lo curioso del caso, es que Manson no fue el autor material de ninguno de sus crímenes, sino que se convirtió en el gurú de una secta llamada 'La familia Manson' a cuyos miembros instigaba a cometer el mal. Su objetivo era crear una guerra racial que él supuestamente interpretó en la canción 'Helter Skelter' de Los Beatles. La miembro más joven del clan explicó que el manipulador les había lavado el cerebro con Sexo, LSD, lecturas constantes de pasajes de la Biblia y muchas escuchas del disco 'White Album' de Los Beatles.
El malhechor cautivo a un público, asombrado a la vez que aterrorizado y consiguió hacerse con una gran legión de fans. Este personaje sirvió como inspiración de canciones, una ópera, películas y un gran numero de portales en internet creados por sus admiradores. "El mismo nombre Manson se ha convertido en una metáfora del mal", aseguró el difunto Vincent Bugliosi, quien lo procesó en 1971. Ese año fue condenado a pena de muerte pero al año siguiente le fue conmutada por cadena perpetua cuando el Tribunal Supremo abolió dicha pena.
Dura infancia
Durante su estancia en prisión, su conducta no varió en absoluto. Amenazó y asaltó al personal de la cárcel y fue acusado de poseer armas y teléfonos. Su madre, cleptómana y alcohólica lo cambió por una pinta de cerveza cuando tenía cuatro años. Manson recibió su primera condena a los 13 años por un robo a mano armada.