Dani Alves se encuentra en prisión provisional sin fianza desde el pasado viernes 20 de enero, día en el que pasó a disposición judicial como presunto autor de una violación a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona la madrugada de 30 al 31 de diciembre de 2022. Desde entonces, poco a poco se han ido filtrando a la prensa algunos detalles de la investigación que no hacen más que demostrar la complicada situación del jugador de fútbol de cara a demostrar su inocencia. Lo último que se ha sumado ha sido la grabación del primer testimonio de la víctima la noche de los hechos y la declaración de las dos acompañantes, que también aseguran haber sido acosadas por Alves.
Según fuentes a las que ha tenido acceso El Periódico, uno de los agentes de los Mossos d'Esquadra que acudió hasta la discoteca tras la llamada del propio gerente de la sala alarmado por lo que les había contando la víctima activó sin darse cuenta la cámara unipersonal que colgaba de su pechera -algo que llevan cada vez más los agentes uniformados- y que captó por error la primera declaración de la joven minutos después de haber ocurrido la presunta agresión.
En esas imágenes, según recoge el mencionado medio, la joven "llora desconsoladamente" presa de un gran nerviosismo y asegura que Dani Alves "la había agredido y la había violado". También repetía en varias ocasiones sentirse "avergonzada y también culpable" por haber accedido a la zona VIP cuando un camarero las invitó por petición del propio jugador de fútbol. Un testimonio que resulta relevante porque coincide con el que esta chica da cuando pone la denuncia formal ante los Mossos el día 2 de enero de 2023 y también con su declaración ante la jueza como parte de la investigación.
Una congruencia que la jueza no encontró en las tres declaraciones de Dani Alves. Esta le preguntó al jugador de fútbol durante su declaración por un tatuaje que tiene sobre el ombligo y que la víctima describió en su declaración. Este aseguró que se lo había visto cuando entró en el baño ya que se encontraba sentado en la taza del váter. La magistrada no estaba muy convencida porque, de haber sido así, la camisa que llevaba puesta le taparía el abdomen y el tatuaje. En ese momento, Alves cambió la versión y aseguró que se incorporó y se levantó la camiseta cuando la joven le practicó, de forma consentida, una felación.
La Policía científica de los Mossos d'Esquadra encargados de inspeccionar el baño el que se habría producido la presunta violación han encontrado huellas de la víctima y otras que podrían ser de Alves y las investigadoras de la Unitat Central d'Agressions Sexual (UCAS) de los Mossos recogen en el atestado que el lugar y las posición coinciden con el relato que ha dado la víctima en todas sus declaraciones y, en cambio, no así con las dadas por Alves, diferentes cada vez que declara.
La declaración de las acompañantes
A esto se suma también las declaraciones de las dos chicas que acompañaban esa noche a la presunta víctima, su primera y una amiga de ambas. Esta última declaró también ante la jueza que a lo largo de la noche el jugador de fútbol también se sobrepasó con ella al manosearla con violencia y colocarle su mano en el pene hasta que consiguió quitarla de forma brusca. Algo que también declaró la propia víctima, que aseguró ser consciente de cómo se estaba comportando también con ellas. La prima de la víctima también ha aportado a la investigación los pantallazos e una conversación que tuvo a posteriori con Bruno, un conocido chef y amigo de Dani Alves, que días después se puso en contacto por Instagram con ella para ofrecerse "para lo que necesitaran" después de lo ocurrido en la discoteca.