Después de vivir su propia detención, el expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha decidido denunciar ante la justicia belga a Ana Rosa Quintana y a dos cámaras de Telecinco por un delito de atentado contra la privacidad.
Los reporteros filmaron una serie de mensajes que el político intercambiaba con Toni Comín, en los que afirmaban que el proceso soberanista había terminado y que Moncloa había ganado en sus intentos de frenarlo, lo que ha suscitado el malestar de los dos amigos.
"Hemos presentado una querella ayer ante un juez de instrucción de Lovaina en nombre de Carles Puigdemont y Toni Comín por violación de la vida privada contra los dos cámaras y Ana Rosa por filmar y difundir mensajes de su smartphone el 31 de enero", explicaba a Europa Press el abogado Christophe Marchand.
Derecho a la información
El letrado no duda en defender el derecho a la información de los periodistas, pero aclara que la Ley establece unos límites que se han de respetar. "Los periodistas tienen derecho de informar cómo quieren, pero dentro de los límites marcados. Robar informaciones constituye una violación de la ley penal. Se necesita un consentimiento libre, claro y evidente. No fue el caso aquí", explicaba Marchand.