Carla de La Lá: Es una novela que tiene mucho de real. Tiene mucho de personajes de mi alrededor, de las personas que yo quiero. Tiene mucho de la historia de familiares míos, de mí misma. Tiene mucho, no diría de autobiográfico, pero sí de biografías muy cercanas a mí. Entonces yo creo que es una historia que yo he mamado y he vivido desde niña. Cuando me ofrecieron la oportunidad de escribir una novela para Planeta solo tuve que abrir la puerta de todos mis recuerdos y contarlo un poquito ficcionado.
B: ¿Fue muy complicado el proceso de escribir el libro?
B: ¿Cómo te decantaste por titular la novela 'Qué te importa que te ame'?
B: ¿Tienen algo de ficción los personajes?
C.L.L: Bueno, casi todos los personajes que salen en la novela, por no decir todos, son reales. O son una persona en concreto que yo conozco o algunos parten de dos o tres personas que yo conozco, incluso tienen parte de mí. Y las situaciones que ocurren la mayoría son verdad. No he tenido que inventar mucho. De hecho he omitido cosas, porque yo pienso que la realidad supera con creces la ficción.
B: ¿Por qué quisiste contar la historia de México?
C.L.L: Mi madre es mexicana y yo he vivido en México, conozco muy bien ese país y me gusta mucho el carácter y cómo opera la magia en Latinoamérica. Yo quería contar y tenía dentro esa historia de parte de mis orígenes que son mexicanos. Y ahí está, mezclada con los españoles. Mi padre es español, mi madre es mexicana, quizá vino de ahí.
B: ¿Qué crees que representa el personaje de Venezia en la historia?
C.L.L: Representa un poco la objetividad, porque yo necesitaba un personaje que pudiera narrar la historia de manera lo más objetiva posible, dentro de que es imposible la objetividad en las personas vivas. Si está muerta tendrá una mayor objetividad y compasión, porque cuando ya está fuera del problema, está desde la barrera, yo creo que se puede contar con más objetividad y más cariño. Entonces, quizá, la posible objetividad que puede tener un ser humano la tiene ella porque no es un ser humano, sino un fantasma.
B: ¿A qué se debe que aparezcan personajes famosos en tu novela?
C.L.L: El personaje de España es un personaje de la alta sociedad y de la farándula en España. Del mismo modo en la Hacienda Palma Gorda de México eran una familia muy prominente que recibían a personas importantes de México DF. Entonces, como eran personas que se codeaban con famosos o con personas conocidas, pues así lo he contado, para darle más verosimilitud.
B: ¿Cómo muestra el personaje de España el ambiente de la época de su país?
C.L.L: Lo muestra desde el punto de vista femenino, no de una mujer convencional, porque la mujer convencional en esa época no se divorciaba, no tenía amantes y, desde luego, no se enrollaba con gitanos y no se hacía la mejor amiga de su interna ni se llevaba a una cubana a su casa. Ella es una excepción en ese mundo lleno de convencionalismos, en ese mundo heteropatriarcal en el que estaba sometida la mujer. Es una mujer que rompe esas cadenas y sale de ellas como puede, llena de heridas y magulladuras, pero sale de ahí.
B: ¿Qué personaje dirías que te representa más?
C.L.L: El personaje que es más yo es Venezia, claramente. Aunque en todos hay de mí, pero sobretodo yo me identifico con Venezia. Los juicios de Venezia son los que probablemente haría yo siempre. Y quizá sus equivocaciones también. Me identifico mucho con ella, es una mujer bondadosa, muy romántica y muy sentimental y con mucha compasión. Y guapa, sobretodo.
B: ¿En qué ha influido tu profesión como periodista?
C.L.L: Quizá ha influido en que haya tantas personas famosas o en haber relatado la historia de México y de España. Me he documentado mucho, quizá esa ha sido la parte buena de ser periodista, que he querido darle muchísima verosimilitud dentro de que la historia es de ficción y que está llena de fantasía y surrealismo. He querido que la verosimilitud no falle en ningún momento, y que los datos sean los que son.
B: A la hora de escribir la novela, ¿cuáles fueron tus influencias?
C.L.L: Yo escribía desde niña y siempre quise ser escritora, pero yo lo que sobretodo leía y escribía era poesía. Yo soy una poeta que no ha salido del armario. Tengo el decoro de no enseñar mis poemas a nadie, pero es de dónde he venido, de la poesía.
B: ¿Cómo definirías el género de la novela?
C.L.L: El género de la novela a lo mejor se podría llamar el género La Lá. No he intentado escribir de acuerdo a ningún género, simplemente he escrito cómo escribo yo, que es también como hablo yo. Es como escribo en mis columnas, es un lenguaje directo, profundo, desdramatizador, que creo que caracteriza mucho mi forma de escribir y mi forma de pensar. Yo soy una persona, como autora, como periodista y como persona en general, bastante omnívora. He bebido de muchas fuentes literarias. He leído de todo, me gusta mucho desde lo realistas rusos hasta los mexicanos, pasando por novela moderna, clásicos, poesía de todas las épocas. Supongo que aquí hay una mezcla de todo lo que me ha gustado, que son muchas cosas.
B: ¿Cómo piensas que los lectores van a acoger tu historia?
C.L.L: No tengo ni idea. No lo se porque soy primeriza. Lo que sí que creo es que es una novela que tiene para todo el mundo, porque es muy grande, porque hay muchos personajes distintos, distintas épocas, distintas situaciones. Creo que hay drama, pero también mucho humor. Hay frivolidad, pero también mucha filosofía profunda. Y creo que cada lector cuando abra el libro va a encontrar lo que tiene dentro, porque hay para todos.
B: ¿Con qué parte de tu novela has disfrutado más?
C.L.L: De lo que más orgullosa estoy es quizá de haberla escrito, creo que es muy difícil, siendo una madre, con hijos, trabajadora, que tengo varios trabajos a parte del literario, haber podido sacar adelante este proyecto que, además, es una novela muy larga, bastante profunda. El haberlo conseguido sin morir en el intento, que casi me cuesta la vida psicológica. Estoy muy orgullosa de no estar encerrada en una clínica.