Este asesinato brutal, este crimen homófobo, que lo es, provocó una enorme indignación en toda España. #justiciaparasamuel, se pedía en las redes, y lo mismo en las concentraciones que tuvieron lugar a las 20:00 horas del lunes 5 de julio de 2021 en diversos puntos del país. Este asesinato ha provocado además que muchas personas hayan hablado públicamente de lo que han tenido que vivir por ser LGTBI. Muchas de esas personas sufrieron acoso escolar, otras, agresiones después de pasar por el colegio. La violencia contra las personas LGTBI es estructural y este asesinato no ha hecho más que recordar que la homofobia sigue estando presente.
El testimonio de Brays Efe
El testimonio de Gorka Postigo
Por otro lado, el fotógrafo Gorka Postigo ha hablado de lo que le tocó vivir en una publicación en Instagram en la que ha explicado cómo siempre contó con la ayuda y la defensa de su hermano Diego, padre de las hijas de Bimba Bosé: "La muerte de Samuel duele. Otros hemos tenido otra suerte. Yo tenía a mi hermano mayor. Si el matón del colegio se metía conmigo, mi hermano Diego venía después y le ponía en su sitio. No tuvimos la misma suerte aquella vez, en las fiestas de un pueblo, donde sin mediar palabra, un grupo de desconocidos empezaron a golpearme hasta dejarme inconsciente tirado en el suelo. Al día siguiente mi hermano me contó que salió en mi defensa al ver que me estaban pegando, llevándose alguna hostia que otra. La muerte de Samuel me ha traído este episodio a la memoria. Uno trata de olvidar estas cosas, desde las agresiones físicas hasta las microagresiones, como el chiste homófobo que cuenta tu primo en la cena de Navidad o la mirada despectiva de un compañero de clase cuando prefieres ir en el recreo con tu grupo de amigas a jugar al fútbol. Uno interioriza esa violencia, acabas aceptándola y vives tu vida condicionado por ella y actuando con mayor o menor habilidad para que no se note demasiado que eres maricón. Recuerdo que después de aquella brutal paliza, mi entorno más cercano, y hasta yo mismo, trataba de buscar alguna justificación. Mi madre decía que me habían pegado por envidia, porque al ser septiembre y venir de pasar el verano en la playa estaba demasiado moreno y, claro, eso les despertó la mayor de las envidias. Mis amigos decían que fue por rivalidad entre pueblos vecinos y porque estaba 'ligando' con sus novias (ja!). A mí me pegaron por maricón. Y punto. Como a tantos, como a Samuel. Pero tuve suerte.
¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo esto? Es importante llamar a las cosas por su nombre. La muerte de Samuel es un crimen de odio. Es importante educar en la diversidad. Es importante no dar un paso atrás en las leyes LGTBIQ. Es importante no dar ni un paso atrás en derechos fundamentales. Es importante frenar el discurso de odio de la ultraderecha. Esto no ha sido un caso aislado. No se puede negar la escalada de violencia contra personas LGTBIQ en España. No puede ser una casualidad. No se puede mirar para otro lado. Esta barbaridad hay que frenarla entre todos. La muerte de Samuel no puede ser en vano. #justiciaparaSamuel