Medios profesionales, así como multitud de voluntarios, han estado buscando a Blanca Fernández Ochoa durante 11 días pero el final ha sido el que nadie deseaba. El cuerpo sin vida de la exesquiadora era encontrado en La Peñota en un acceso nada fácil, ya que son veredas escarpadas con piedras y vegetación alta. Fue un perro el que olió algo que le llevó hasta allí junto con un Guardia Civil fuera de servicio.
Por el momento se desconocen las causas del fallecimiento, pero aunque todo apuntaba a un caída porque se había hablado de un fuerte golpe en la cabeza, parece que podría no ser así. Según han apuntado fuentes de la investigación el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición y, por lo tanto, irreconocible. Nadie pudo precisar el motivo de la muerte a simple vista. Muchos apuntaban a una caída accidental, pero según se ha ido sabiendo parece que la posición y el lugar no apuntan a ello.
Murió a las pocas horas
El estado del cadáver se debe a que el fallecimiento se habría producido en los primeros días de la desaparición, así como que ha estado sometido a temperaturas altas y fuertes tormentas. Lo último que se ha sabido de Blanca Fernández Ochoa es que comentó a un vecino de la zona que iba a La Peñota y que, después, dio un beso a la estatua de su hermano Paco y se santiguó. Habrá que esperar para ver qué revela el informe preliminar de la autopsia.