No son momentos fáciles para la familia de Blanca Fernández Ochoa. La medallista olímpica desapareció el 23 de agosto pero no fue hasta dos días después cuando su hija Olivia, de tan solo 20 años, alertó a la Policía sobre la desaparición. La familia no quiso alarmar a nadie, teniendo en cuenta que son muchas las ocasiones en las que se ha ido unos días sin dar señales pero sí con el móvil encima.
Los hijos de Blanca Fernández Ochoa durante su búsquedaTanto Olivia como su hijo David han participado activamente en la búsqueda de su madre junto a otros miembros de la familia, tales como su hermana Lola Fernández Ochoa. Los familiares han estado junto a los profesionales y a los voluntarios recorriéndose la sierra de Madrid, el Parque de las Dehesas y demás puntos en los que han considerado que podría haber habido algo de peligro para Blanca Fernández Ochoa y haber sufrido un accidente.
La familia no pierde la esperanza, pero es cierto que la pena y la incertidumbre sí que empiezan a invadirles. Todos confiaban en encontrarla el 2 de septiembre, pero por el momento no ha ni rastro de la exesquiadora. En la mañana del 3 de septiembre, la familia se muestra con ganas de seguir y aseguran: "Tiene que ser entre hoy y mañana cuando la encontremos". Además, vivieron un momento de emoción cuando los perros detectaron algo pero resultó ser un falso positivo y tuvieron que continuar con la búsqueda en base a lo que tenían.
Lola Fernández Ochoa, hermana de Blanca Fernández Ochoa, durante la búsquedaUna compra de última hora
De lo poco que se ha ido averiguando en las últimas horas ha sido que Blanca Fernández Ochoa realizó una compra en el Hipercor de Pozuelo de Alarcón el día 24 de agosto, un día después de su desaparición como tal aunque sin que se hubiera puesto la denuncia. Además, una de las últimas informaciones que se barajan es la de que el coche estuviera aparcado en el párking de Cercedilla desde el día 25, según ha dicho un excursionista de la zona.
