La investigación aún se encuentran en la primera fase, por lo que las autoridades no han querido aportar mucho información sobre lo ocurrido: "El departamento de Policía de San Bruno está investigando el motivo del tiroteo. Hasta el momento, no hay indicios de que la autora conociese a las víctimas o que tuviese como objetivo matar a ciertas personas en concreto", informaba la Policía a través de un comunicado. En un primer momento se barajaba la posibilidad de que el tiroteo fuese ocasionado por una disputa doméstica de alguno de los empleados; pero horas más tarde se descartaba cuando se descubrió que Nasim Aghdam tenía varios canales de Youtube, así como una web personal en la que reiteradas veces se quejó de que sus vídeos habían sido censurados y que recibía bajas retribuciones aún teniendo altas cifras de visualizaciones.
Según escribía la propia sospechosa en la mencionada web, las acciones llevadas a cabo por la plataforma sobre sus publicaciones habían ocasionado que perdiesen impacto y que no le fuesen retribuidos como tal: "¡Youtube filtró mis canales para evitar que consigan visionados! ¡No hay posibilidades de crecimiento iguales en Youtube o en el cualquier otro sitio de intercambio de vídeos! Tu canal crecerá solo si ellos quieren", era algunas de sus quejas.
El propio padre de la sospechosa, Ismail Aghdam, comentó a la Policía de Mountain View que su hija pudo haberse desplazado a la sede del gigante de internet porque "odiaba" a la compañía. Antes del suceso, su familia había denunciado a la policía su desaparición pero los agentes la localizaron horas antes de del tiroteo durmiendo en su coche, estacionado en un aparcamiento.
Trabajadores aterrorizados
Cuando ocurrió el tiroteo, cientos de personas se encontraba en durante su jornada laboral. Varios de ellos fueron relatando a través de sus cuentas personales en Twitter lo que estaba ocurriendo: "Tiroteo activo en YouTube HQ. Oímos disparos y vimos a gente correr mientras estaba en mi despacho. Ahora estoy encerrado dentro de una habitación con otros trabajadores", escribía Vadim Lavrusick, un empelado. "Miré hacia abajo y vi gotas de sangre en el suelo y en las escaleras", escribió Todd Sherman, un productor ejecutivo de la compañía.