A veces los cuentos de hadas se cumplen. Esa es la filosofía que pretende transmitir la marca de maquillaje Benefit, la misma que han aplicado las hermanas Ford, las fundadoras, a su vida. Y es que la gran empresa de cosmética tiene unos orígenes humildes, concretamente en los sueños de dos pequeñas gemelas de Indiana.
Jane y Jean Ford nacieron en un pequeño pueblo de Indiana (Estados Unidos) bajo el cobijo de una humilde granja. Allí pasaron su infancia y su juventud, rodeadas de naturaleza y un ambiente familiar inigualable. Fue este mismo ambiente el que las invitó a desarrollar su creatividad desde pequeñas. Por ejemplo Jean solía pasar horas y horas fabricando todo tipo de maquillajes rudimentarios, mientras que Jane disfrutaba participando en el pequeño mercado financiero infantil: se comía la mitad de las chocolatinas y siempre lograba intercambiarlas por otras chucherías enteras.
Estas dos facetas ya señalaban una realidad, ambas estaban destinadas a dos profesiones muy distintas, pero a su vez complementarias. En 1970 las gemelas se graduaban en la Universidad de Indiana, y siguiendo esa estela infantil Jean eligió Educación Artística y Jane, por su parte, Finanzas. Todo aquel que conocía a la hermanas sabía que les aguardaba un futuro prometedor, y así fue, pero antes tuvieron que empezar por los peldaños más bajos y trabajar duro, teniendo que abandonar su granja y que trasladarse a la ciudad de San Francisco.
El nacimiento de 'TheFacePlace'
Aunque desde fuera pareciese que las gemelas tenían un objetivo claro en su mente, la realidad distaba mucho de ese pensamiento. Ninguna de las dos tenía claro cual iba a ser su futuro, por lo que comenzaron a trabajar, por inercia, como modelos y actrices publicitarias. De hecho, lograron cierta popularidad al protagonizar un anuncio para la marca Calgon Bath.
Sin embargo, esa vida, aunque divertida, no eran lo que esperaban, y como por arte de magia, salió de sus cabezas la idea de fundar su propia boutique de cosmética, una que enmarcara su ideal de belleza: " La risa es el mejor cosmético ". Jean pondría la creatividad y Jane sus conocimientos financieros, dando lugar al primer resquicio de lo que sería una gran marca mundial: 'TheFacePlace'.
La primera tienda con este nombre vio la luz en 1976 en San Francisco. La propia página de Benefit narra como fueron de humildes los principios del negocio, pues señala que el objetivo de las hermanas no era el éxito sino ganar 30$ al día para poder subsistir. No obstante, el destino quiso que un día entrara en su tienda una bailarina de streeptease, la cual necesitaba un producto que remarcara el rosado de sus pezones. Las gemelas, que tenían ya una gran experiencia en la creación de colores y productos; adquirida sobre todo en sus años como modelos, crearon uno en función de las peticiones de su cliente, desarrollando sin pensarlo uno de sus productos más icónicos en el futuro, el Benetint, un tinte para mejillas y labios, aunque sus aplicaciones originales fueran por aquel entonces muy distintas.
En 1980 el éxito de la pequeña boutique ya era una realidad, por lo que en ese mismo año abrieron dos tiendas más en la ciudad. ¿La clave? La calidad de los productos aunada al carácter divertido de estos, cuyo packaging distaba mucho de lo sobrio y formal de otras marcas.
La transformación a 'Benefit'
Habían pasado tan solo cuatro años de la apertura de las nuevas tiendas y el negocio ya iba sobre ruedas, tanto que se lanzaron a la creación de un negocio a nivel nacional, pero primero convenía un lavado de cara, que debía empezar con el nombre, el cual originariamente tan solo hacía alusión a productos faciales. La idea nació de la cabeza de Jane durante un viaje a Italia, lugar en el que quedó maravillada del empleo de la expresión 'Bene'. La misma noche en la que aterrizó de nuevo en San Francisco se puso con su hermana manos a la obra en busca de algo que encajase con Bene, dando como resultado 'Benefit', bene (bien) fit (encajar).
La nueva marca de las hermanas Ford, Benefit Cosmetics, abría sus puertas en un lugar privilegio de los Estados Unidos, el centro comercial Henri Bendel, uno de los grandes almacenes más prestigiosos del mundo, afincado en la Quinta Avenida de Nueva York.
Desde entonces la firma no ha hecho más que crecer, y lo que empezó siendo una pequeña tienda de San Francisco se ha transformado en una multinacional con venta en más de doce países. Actualmente, la marca forma parte del imperio LVMH, el conglomerado empresarial más conocido como Louis Vuitton.
La relación entre ellas
Montar un negocio familiar muchas veces suele ser la chispa que enciende una llama incendiaria que acaba con la relaciones fraternales. Sino solo hay que remitirse a casos como el de los hermanos Dassler, los fundadores de Puma y Adidas. No obstante, el caso de las hermanas Ford ha sido muy distinto. Desde pequeñas vieron sus destino unido, y no solo por ser hermanas, sino por ser gemelas. Esto creó un vínculo muy fuerte entre ambas, al igual que ocurre con las Olsen. Sus inquietudes, aunque diferentes, siempre les han llevado a seguir el mismo camino, y hoy en día, después de más de cuarenta años de negocio, la relación sigue intacta.
Aun así, las hermanas, famosas por su actitud desenfadada, no han tenido problema en mostrar la verdadera cara de las gemelas Ford, una cara en la que existen cientos de discusiones diarias, por temas personales, pero sobre todo profesionales: " Estamos peleándonos todo el rato. Pero al final del día lo importante es el producto que estamos creando y comunicárselo bien a la gente que trabaja con nosotras. Que estén contentos y que continuemos siendo una marca querida. Por eso jamás transmitimos esos desacuerdos ", confesaban en una entrevista par El País. Si bien aunque existan discusiones, siempre han sabido sobreponer el cariño a las desavenencias.
Las hermanas Ford, no son el único ejemplo de negocio familiar próspero, sus herederas, a las que podríamos llamar las hermanas Ford 2.0, han sabido estar al nivel de sus antecesoras. Hijas de Jean y sobrinas de Jane, Maggie y Annie Ford, se unieron a la empresa en 2008, y desde entonces han dejado más que clara su maestría, ocupando, probablemente, en un futuro la siguiente saga de hermanísimos.