HERMANÍSIMAS

Así son y así se llevan Greta y Beata Thunberg: dos hermanas y jóvenes activistas concienciadas con el planeta

La activista, que se ha convertido en el rostro mundial en la lucha por el cambio climático, y su hermana son dos adolescentes comprometidas con las causas sociales.

Bekia 09 Diciembre 2019 en Bekia

Nunca antes un nombre había resonado con tanta fuerza como desde 2018 lo lleva haciendo el apellido Thunberg. La culpable de ello es una adolescente de dieciséis años que a los once comenzó a mostrar especial interés en el medio ambiente y la situación tan negativa que le rodeaba. Desde entonces, se ha convertido en el rostro mundial de la lucha contra el cambio climático, siendo aclamada allá donde va y habiendo incluso logrado acceder a las más altas instituciones mundiales para sacar los colores a la clase política internacional.

Pero Greta Thunberg no es la única estrella de la familia, sino que sus padres y su hermana son también tres rostros reconocidos en la cultura sueca. La madre, Malena Erman ,es una reputada cantante de ópera que, tras muchos años de carrera, se dio a conocer al gran público por su participación en el Festival de Eurovisión de 2009. No obstante, el resultado no fue precisamente bueno y aquello la obligó a refugiarse en su Suecia natal y cancelar sus aspiraciones europeas de convertirse en una gran estrella. En la misma línea se ha desarrollado la carrera del padre, Svante Thunberg, hijo del conocidísimo intérprete sueco Olof Thunberg, que si bien obtuvo el éxito nacional con la serie 'Skärgårdsdoktorn', al poco tiempo centró su vida en ser el manager de Ermann y en cuidar a las pequeñas Greta y Beata mientras su madre estaba de gira. Pero, ¿cómo son estas hermanas tan conocidas por su labor y a la vez tan desconocidas en lo que a lo personal se refiere? ¿Y cómo es la relación entre ellas?

Greta Thunberg

Nació en 2003 en Estocolmo y durante buena parte de su vida vivió de manera muy similar a como lo hacía cualquier otro niño de su edad, a excepción de las peculiaridades que suponía en su día a día el trabajo de su madre. No obstante, cuando cumplió once años su vida dio un auténtico vuelco cuando escuchó hablar por primera vez del cambio climático y el complicado devenir del medio ambiente si no se tomaban medidas para frenarlo.

Coincidencia o no, en aquel mismo año Greta Thunberg cayó en una profunda depresión por la que dejó de comer y hablar, entre otras cosas, y tras la que finalmente fue diagnosticada con el síndrome de Asperger, además de un trastorno obsesivo-compulsivo. En un primer momento, el diagnóstico sí se convirtió en una limitación para su vida, pero con el paso del tiempo aprendió a convivir con ello y hoy día no considera que sea ningún obstáculo para su día a día.

Sus padres achacaron este trastorno a su preocupación por el medio ambiente y, desde entonces, Greta les convenció de que debían cambiar sus hábitos, tanto alimentarios como de transporte. La familia se hizo vegana y dejaron de coger aviones y transportes contaminantes para intercambiarlos por otros más sostenibles con la atmósfera. Esto provocó que su madre dejara de aceptar ofertas de trabajo y que, si bien su carrera ya gozaba de un perfil bastante bajo incluso en Suecia, terminara casi por desaparecer.

Ahora bien, 2018 fue el año que cambiaría definitivamente la vida de la joven, ya que tras los incendios ocurridos en Suecia tomó la firme decisión de ponerse en huelga hasta la celebración de las elecciones generales en el país como una manera de presión para que el Gobierno redujera las emisiones de carbono. Sin embargo, la cita electoral tuvo lugar y la joven decidió todos los viernes plantarse delante del Parlamento con una pancarta como protesta, un modelo que copiarían otros miles de estudiantes en Suecia y en todo el mundo y que desembocó en la celebración de múltiples huelgas estudiantiles en todo el mundo como protesta ante la falta de medidas para atajar el cambio climático.

Desde entonces, Greta Thunberg se ha convertido en el principal rostro de la lucha por mejorar el medio ambiente y, de hecho, su presencia ha sido requerida en las múltiples citas por el clima celebradas, como aquella en la Asamblea General de la ONU que se hizo viral por su reacción ante la llegada de Donald Trump y por la dureza de sus palabras: "Ustedes han robado mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías, y aun así yo soy una de las afortunadas. La gente sufre, la gente muere y ecosistemas enteros están colapsando. Estamos al principio de una extinción masiva y ustedes solo hablan de dinero y de cuentos de hadas de eterno crecimiento económico. ¡Cómo se atreven!".

Beata Thunberg

Es tres años más pequeña que su hermana Greta, pero eso no quita para que poco a poco también haya logrado hacerse cierto nombre. Su fama no es ni mucho menos equiparable a la mayor de las Thunberg, pero en Suecia sí ha empezado a labrarse una carrera musical de la mano de su madre. Precisamente ha adoptado el apellido materno para irse abriendo un hueco en el mundillo, por lo que en redes sociales se hace llamar Beata Ernman y se describe como amante del "baile, la música y los abrazos cálidos".

Desde 2018 ha actuado con la cantante de ópera en algunas citas musicales, una pasión que además ha convertido en el medio para denunciar el acoso en las aulas. Ha puesto voz a la banda sonora de una campaña contra el bullying en su país, pues al igual que su hermana, se ha mostrado especialmente preocupada por dar visibilidad a numerosas problemáticas sociales. Su madre declara que si bien apoya a Greta en su lucha por frenar el cambio climático y ha adoptado los mismos hábitos que el resto de la familia, la pequeña Beata se siente más cercana a la lucha feminista, ya que no comprende "por qué los chicos valen más que las chicas".

La relación entre las hermanas Thunberg

No suelen hacer declaraciones públicamente de la otra, de la misma forma que sus redes sociales están más orientadas a dar visibilidad sus trabajos individuales más que sus gustos o relaciones personales. No obstante, esto no significa que la una no apoye a la otra. Beata Thunberg ha acompañado en numerosas ocasiones a su hermana a algunas de las reuniones o cumbres celebradas en las más altas instancias del plano mundial e, igualmente, Greta decidió apoyar públicamente a su hermana tras los constantes mensajes de odio que su familia recibe como consecuencia de su activismo.

"La que más sufre es mi hermana. Tiene 13 años y tiene que soportar el acoso sistemático y el odio. La gente que me escribe estos comentarios y me amenaza, se lo hace también a toda mi familia, ella incluida. La diferencia es que ellos están siempre en casa y yo estoy siempre viajando", dijo la joven a un medio sueco. Por este motivo, Greta Thunberg pidió a sus seguidores que cedieran también parte de ese apoyo diario a Beata, a quien está muy unida y no soporta que reciba tanto odio a través de las redes sociales: "La mejor manera de ayudarme en este momento es apoyando a mi hermana. No porque ella sea mi hermana, sino porque es una persona maravillosa y fuerte".