Arantxa Sánchez Vicario se ha convertido en la protagonista indiscutible de la semana, y no por sus méritos deportivos precisamente, sino por la publicación de su biografÃa 'Arantxa ¡Vamos!', un libro donde anuncia sus problemas económicos y que no tiene relación con ningún miembro de su familia.
Arantxa, investigada por Hacienda
Sin embargo, el culebrón de la familia Vicario está despertando mucho interés mediático, tanto, que los abogados de la familia se están recorriendo los platós defiendo a sus clientes. "Arantxa está pasando una situación difÃcil en su vida, dentro de una gravedad lo tiene asumido porque han pasado dos años de sufrimiento. Está convencida de que lo que quiere es que su familia y sobre todo su padre, que ha sido el gestor, le dé respuesta a las reclamaciones que viene haciendo desde hace dos años", ha explicado Juan José Burgos-Bosch, abogado de Arantxa, a 'El programa de Ana Rosa'.
Asimismo, la que fuera número uno del mundo asegura que no se habla con sus padres, ya que le explotaron en su infancia y adolescencia. "Todo ha empezado desde que ella se emancipa, desde que se casa, y decide saber y controlar todo su patrimonio, se encuentra con la dificultad de que esa información no se le da y decide cortar los poderes de su padre, cambiar de despacho, se pone a investigar y encuentra hechos concretos de fondos económicos de gran envergadura que han desaparecido y pregunta a su padre y sus asesores que dónde está el dinero", señala.
Su padre, Emilio, que se encargó de llevar todas sus cuentas, se ha convertido en el principal responsable, según la tenista, de su actual ruina económica. Perseguida por Hacienda, Arantxa dice en su libro que fueron sus padres quienes se encargaron de quedarse los "45 millones de euros" que ganó.