La de Badajoz se quedó prendada de la figura de Eva Duarte de Perón en un viaje a Argentina a finales de la primera década del siglo XXI. Años más tarde, su pasión derivó en un proyecto que le ha llevado a sumergirse en la vida de la que fuera Primera Dama de Argentina, una mujer amada y odiada a partes iguales. Para hablar sobre este libro y sobre la figura de Evita, Ángeles Blanco concedió una entrevista a Bekia.
Bekia: ¿Por qué un libro sobre Evita?
Ángeles Blanco: Porque no llegaba a entender cómo era posible que un personaje tan apasionante, tan fascinante y con tantas cosas que contar no se conociera en España. Sobre todo la gente mayor y de mediana edad ha oído hablar de Evita, pero me di cuenta de que nadie conocía realmente su historia, la de la vida y la de la muerte. De hecho, lo primero que quise contar fue los avatares del cadáver, porque eso fue una película de terror y en España nadie conocía esta historia. A partir de ahí empecé a profundizar y vi que era un personaje que estaba relacionado con nuestro país. Su cuerpo estuvo aquí muchísimo tiempo y en vida realizó una visita importantísima en tiempos de Franco (1947) que marcó un antes y un después. Sentía la necesidad de que la gente conociera a un personaje tan potente.
A.B. Un altísimo porcentaje es real, de hecho ha habido gente que al leer el libro me ha dicho que más que una novela histórica parece un reportaje novelado. Tiene muchísima información sobre Argentina, sobre España, sobre la situación política y también sobre acontecimientos reales que pasaron. La visita de Eva aquí, su vida allí... la mayor parte de lo que cuento ocurrió, solo que le he dado un poco de forma para darle sentido. Incluso las cosas que parecen más increíbles son reales. Yo he puesto la parte más fácil.
A.B. Eso es real. Me lo contó el hijo de la mujer a la que le pasó eso. El joyón existe y lo que pasó sucedió de verdad, Evita le pidió el broche a la mujer.
B: ¿La amistad que surgió entre Evita y Carmen Franco sucedió como lo narras?
A.B. Para escribir un libro como este he leído muchísimo y he viajado. Hablando con gente y leyendo libros en los que había referencias biográficas de la vida de la hija de Franco en las que ella siempre hablaba de Evita recordando que era simpática y divertida. Ella habló de cómo le gustó que Eva Perón estuvieran aquellos días en El Pardo. De todos modos hay conversaciones que están ficcionadas pero con una base real.
B: ¿Cómo te documentaste para escribir? ¿Viajaste a Argentina?
A.B. La idea de escribir el libro surgió después, pero mi interés por Evita apareció en mi primer viaje a Argentina. Fui de vacaciones una vez allí para recorrer el país y unos amigos periodistas se empeñaron en enseñarnos Buenos Aires. Uno de ellos se paró en el edificio de la Confederación General del Trabajo y me comentó que ese sitio tan feo estuvo el cuerpo de Eva Perón. Me dijo que estuvo casi tres años, que le hicieron de todo.. Me quedé tan impresionada que cuando volví a España empecé a leer todo lo que había al respecto. Digamos que mi interés por el personaje surgió en Argentina, y luego además he recorrido los despachos en los que ella trabajo, su huella en Buenos Aires es amplísima. Algunos de esos despachos están casi tal y como estaban cuando fueron ocupados por Evita.
B: ¿Cómo fue el proceso desde que tienes la idea de escribir hasta que consigues publicarlo?
A.B. Me interesé por el personaje en el año 2008, pero tras volver del viaje a Buenos Aires no me planteaba escribir un libro, simplemente era curiosidad personal, me atrapó y ya está. La posibilidad de escribir apareció como 8 años después. Yo ya había escrito con la editorial La Esfera de los Libros y en una conversación me dijeron que hacía mucho que no escribía, así que me reuní con ellos y les propuse escribir sobre un personaje que me entusiasma y que la gente que no conoce: Evita. Mi editora se puso caso a aplaudir porque por fin alguien quería escribir sobre ella. Me puse a investigar y a hablar con gente y pude volcar todo lo que había aprendido sobre ella años atrás.
B: ¿Admiras a Evita?
A.B. He tenido una relación extraña. Han sido muchas horas, muchos sueños y pesadillas con ella. Cuando empecé a escribir me cayó fatal, pensaba que era una engreída. Notaba cierta distancia con ella, pero luego me encariñé con ella, sobre todo con lo que le ocurre al final de su vida y lo que le pasa al cuerpo. Si algo hizo mal, lo pagó con creces. Al final, de la distancia y la frialdad pasé a tener empatía hacia ella. Murió joven, con 33 años, y eso ayudó a crear el mito, además de todo lo que representó. También hay acontecimientos de su vida y de su muerte en los que no sabes dónde acaba la verdad y dónde empieza la mentira. Es un personaje apasionante con el que puedes tener sentimientos encontrados en un mismo día.
B: ¿Qué te gusta de Evita y qué detestas de ella?
A.B. Me gusta lo que representa poniéndola en el contexto histórico. Ahora podemos hablar de feminismo, digamos que en 2019 es muy fácil ser feminista y luchar por los derechos de las mujeres, pero en los años 40 no era tan fácil. Y en un país como Argentina en el que las mujeres no podían votar, ella dio muchos pasos al frente. En primer lugar, empezando porque era Primera Dama de Argentina, era la mujer del presidente, no tenía cargo político. Tuvo claro que no quería ir dos pasos por detrás de su marido, que no era una figura decorativa; se puso manos a la obra y lo consiguió hasta que hizo sombra a su propio marido, al General Perón. Se empeñó en que quería el voto femenino y consiguió que las mujeres pudieran votar. Ella logró votar muy poco antes de morir. Poniéndola en el contexto histórico, eso significa mucho. Al mismo tiempo que te digo eso, precisamente la soberbia que tenía ella, esa ambición quizá desmedida, le llevaron a meterse en un lío. No sabía ponerse límites y su marido al final tuvo que frenar las decisiones que ella tomaba sin consultar ni comunicar. Tenía ese carácter irrefrenable que le llevó a meterse en problemas.
B: También era un poco impertinente y caprichosa
A.B. Sí. He hablado con personas de su entorno y dicen que tenía mucho carácter y mal carácter. Era muy impertinente, complicada y provocadora y no se callaba. No se cortaba y tenía mucho genio.
B: ¿Dirías que Evita era una hipócrita? Luchaba por y para los pobres (los descamisados que decía ella) pero le encantaba vivir a todo lujo...
A.B. Sí, se llama populismo. Ella fue la reina del populismo y creó un lenguaje propio para referirse a los desfavorecidos, los llamaba sus descamisados, sus grasitas, y consiguió ganarse el favor de todos ellos. Sus discursos estaban enfocados hacia los más pobres, pero lo hacía vestida de Dior, llena de joyas y con los mejores zapatos del mercado. Le encantaba el lujo, de hecho quería ser como las actrices de Hollywood, y cuando estuvo en España dejó imágenes luciendo las pieles más caras pese a las altísimas temperaturas. Cuando le preguntaron sobre cómo era posible conjugar todo esto, ella lo justificaba diciendo: 'Es que a los descamisados les gusta verme bella. Saben que soy de familia pobre, y cuando me miran, ven en mí una aspiración, que ellos también pueden conseguirlo'. Se llama populismo.
B: ¿Cómo podía Evita entender y aceptar que el gobierno de Perón acogiera a nazis?
A.B. Había mucho dinero de por medio. Cuando los nazis escaparon a Argentina fueron llenos de dinero y de hecho se dice que buena parte de la riqueza que pudiera tener Perón procedería de oro y dinero cedido por los nazis. En esta vida parece que nada sale gratis. Perón refugió y ayudó, pero no fueron vacíos. Hay muchos escritos sobre el dinero que pudo conseguir Argentina, no solo Perón, sino también el país. Seguramente Perón abrió las puertas pero pidió algo a cambio. Perón no daba puntada sin hilo. De hecho aunque ayudó mucho a España en la posguerra, no hay que olvidar que consiguió muchas cosas a cambio. Él quería puertos francos en Europa para poder meter su mercancía y lo consiguió gracias a la ayuda de Franco y de ahí se introdujo en Europa. No podemos olvidar la ayuda que prestó Argentina en su momento, pero no fue gratuita.
B: ¿Cómo crees que hubiera sido su vida si no hubiera muerto joven? ¿Hubiera llegado a presidenta?
A.B. Ella luchó por ser vicepresidenta y casi lo consigue. Quería formar tándem como vicepresidenta en las elecciones en las que pudo votar pero estaba muy enferma. Casi convence a su marido, pero al final Perón la obligó a renunciar. Es verdad que Eva estaba ya muy enferma para esos comicios, pero también es verdad que las presiones que tuvo Perón por parte de los suyos le llevaron a decir que no. Ella contaba con el apoyo de la CGT, del sindicato y hay unas imágenes impactantes de ella, un momento en los discursos en los que empiezan a gritar 'Evita, vicepresidenta'; Perón le había hecho renunciar, pero ella no se atreve a decir nada. Después anunció llorando por la radio su renuncia, pero lo hizo por obligación de Perón. Sin tener cargo ejecutivo mandaba muchísimo, tuvo que pensar que ya que mandaba, querría que su nombre figure como presidenta. A ella renunciar le dolió muchisimo.
B: ¿Por qué crees que no tuvieron hijos?
A.B. No lo sé realmente, pero hay por ahí documentación que habla sobre posible existencia de una hija de Eva que habría nacido antes de que conociera a Perón. Se ha llegado a hablar de la exhumación y para pedir pruebas de ADN para ver si era hija de ella, esa hija con la que ella no compartió vida. El supuesto padre se habría llevado a la niña y nunca supo de ella, pero en la vida de Eva Perón a veces no sabes dónde acaba la realidad y empieza la leyenda. No sé si el hecho de no haber tenido hijos estuvo relacionado con la existencia de esta niña, pero lo que sí es verdad es que ella tuvo un cáncer de útero y que lo tuvo mucho tiempo antes de que fuera consciente de que lo tenía. Ya en las pruebas realizadas años atrás notaron algo raro pero no se hizo nada al respecto. Cuando a ella le contaron que habían visto algo, ella no quería saber nada y no se dejó ayudar y la enfermedad avanzó. Ella solo decía que querían quitarla de en medio. Hubo cierta dejación en los inicios de la enfermedad. Hay una cosa muy interesante también y es que la primera mujer de Perón murió también de cáncer de útero. ¿Casualidad? No lo sabemos, pero las dos murieron de lo mismo.
B: El cáncer de útero está relacionado con el Virus del Papiloma Humano...
A.B. Efectivamente. He intentado hasta donde he podido investigar si hubo contagio o no, pero no puedo decirlo tanto tiempo después, pero he consultado con médicos y me han dicho que es muy probable.
B: ¿Cómo querría ser recordada y cómo crees que es recordada?
A.B. Ella dijo que quería ser recordada como Evita. Cuando vino a España era Eva Perón, la mujer de Perón, y cuando se marchó de aquí y ganó confianza en sí misma y vio la cobertura mediática que hubo incluso en Estados Unidos, se fue siendo un personaje muy potente. Ella quería pasar a la historia como Evita, la líder de los descamisados, la líder espiritual de los pobres. En cierto manera lo ha conseguido. En Argentina, desde el odio o amor que provocó viva o muerta, ha pasado a la historia como el referente de los más necesitados.
B: ¿Se podría decir que es o fue un icono del feminismo del siglo XX?
A.B. Sí, pero con sus sombras, que tiene muchas, desde el momento en el que se planta y dice que ella de figura decorativa nada de nada estaba rompiendo moldes. Consiguió el voto femenino y un posicionamiento que otras mujeres no tuvieron. Muchos de sus enfrentamientos con Carmen Polo fueron porque la mujer de Franco interpretaba la figura de la mujer como una figura sumisa de servicio al marido a la familia y Evita quería ser líder. Fue un personaje muy importante y que en algún momento se le tendrá en cuenta como una rompedora a favor de los derechos de la mujer.
A.B. Uff, me quedo con Ángeles Blanco, jajaja. Me quedo como estoy, que estoy muy a gusto. Son dos personajes muy distintos, cada una tendría sus cosas buenas y sus cosas menos buenas.
B: Evita y Perón trabajaron juntos al igual que tú y tu pareja (Vicente Vallés) en su momento. Ellos lo llevaban bastante bien, ¿cómo lo llevasteis vosotros?
A.B. Se lleva bien. Este trabajo que es muy absorbente y a veces no te deja días libres ni vacaciones, seguramente se lleva mejor cuando estás con alguien que hace lo mismo que tú y que lo entiende perfectamente. Hay determinadas personas que trabajan en otras cosas que seguramente les costaría entender la falta de horarios. Eso ayuda mucho porque vamos en el mismo barco y además los periodistas somos muy pesados y hablamos siempre de lo mismo y tener al lado a alguien con las mismas inquietudes que tú eso es bueno y ayuda.
B: Y ahora que trabajáis en la competencia... ¿Te imaginas a Evita militando en el partido contrario al de Perón?
A.B. No sé si el amor podría con toda esas barreras, pero lo veo complicado por la cierta intransigencia de Evita.
B: ¿Conoces a una Evita actual?
A.B. No sabría poner un nombre. Me resulta complicado porque hay tendencia a analizar los acontecimientos históricos con los ojos de 2019, y eso es imposible. Me siento incapaz a una persona en 2019 con alguien que vivió en los años 40 del siglo XX porque para relacionarlos tendrían que ser situaciones históricas parecidas.
B: Quizás una Michelle Obama o una Hillary Clinton
A.B. Michelle Obama ha tenido una vida activa como Primera Dama pero respetando la presidencia de su marido. Ser Obama hoy en día es muy fácil, pero ser una Primera Dama con toma de decisiones hace tantos años es distinto. Hasta ese momento no había pasado y la capacidad comunicativa que tenía Eva Perón era impresionante, muy llamativa en aquella época. Si ella hubiera vivido en esta época arrasaría en los actos públicos, ya lo hacía en aquel tiempo, y conseguía reunir a mucha gente allá donde iba. Ahora llenaría polideportivos. Ella lo sabía y a Franco se lo dijo: 'Cuando quieras reunir a mucha gente solo tienes que llamarme'.
B: ¿Tienes más proyectos?
A.B. No sé estar quieta. Como trabajo los fines de semana tengo libre lunes, martes y miércoles y los empleo en hacer más cosas. Es verdad que este libro ha supuesto muchísimo trabajo de documentación y escritura y ahora estoy disfrutando del fruto, sobre todo de los comentarios de la gente. Estoy muy contenta con lo que me trasladan. Pero bueno, ahí estamos, que escribir un libro lleva mucho tiempo. Pero bueno, estate atento.