Su mayor aspiración en la vida era ser modelo. Adora la fotografía y, cuando se enteró de que padecía esta enfermedad, sus sueños se vieron truncados repentinamente. Ha perdido el cabello y, evidentemente, ya no se ve como antes en el espejo y no siente la confianza que sentía antes.
Ella misma comenta cómo se enteró de que padecía la enfermedad. Explica que se despertó por la mañana como si hubiera dormido mal y con dolor de cuello. "Toqué mi cuello y sentí un gran bulto dentro", añadió la joven para el medio 'Buzzfeed'. Pero no todo tiene por qué ser tan malo.
La madre de Andrea, Adriana Salazar, decidió que la vida de su hija no se podía truncar de esa manera a una edad tan temprana. Por ello, se puso en contacto con diferentes agencias de modelos, hasta que, por fin, una de ellas respondió y decidieron hacerle unas fotografías de lo más bonitas a la joven. El fotógrafo se llama Gerardo Garmendia, y decidió que ayudaría a la chica a redescubrir su belleza.
"El cáncer no me impedirá ser una princesa"
Andrea publicó esta frase en su Twitter con algunas de las fotografías que se había hecho. En las imágenes, la joven aparece como una auténtica princesa, con un vestido largo y vaporoso de color azul y un maquillaje muy elegante. Andrea explica que se sintió muy cómoda y eso hizo que accediera a realizarla sesión sin peluca. Demuestra una gran fuerza de voluntad que, seguro, ayuda a otras muchas personas de su edad a seguir adelante y superar la enfermedad.