Ramón, de 81 años, murió por recriminar a un conductor que iba muy rápido. El anciano caminaba con su bastón por un paso de cebra de Torrejón de Ardoz cuando un vehículo pasó a toda velocidad por su lado. El hombre le dijo que no corriese tanto. Entonces, el conductor se detuvo, bajó del coche y fue a por él, dándole un puñetazo letal en la cara.
El anciano y su esposa, Amalia, pasaron juntos media vida. Ella tiene Alzheimer, y él era el encargado de cuidarla todos los días. Le ayudaba a comer, a vestirse y la acompañaba al centro de día, después realizaba siempre la misma rutina: iba a por sus medicamentos a la farmacia y ha comprar el periódico antes de recogerla. Pero el día 24 de mayo de 2017 esa dura y bonita costumbre se vio truncada.
Un hombre muy querido por todos
El hijo de Ramón aún no asimila lo sucedido y define a su padre como un luchador, que hace tres años sufrió un ictus y a pesar de ello sacó fuerzas para seguir cuidando a su mujer. En el barrio también están consternados. Según sus vecinos era un hombre pacífico y muy querido por todos.
Por su parte, el magistrado del Juzgado de Instrucción de Torrejón de Ardoz, ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza del joven detenido por haber propiciado el puñetazo al anciano a tras una discusión de tráfico.