Alfredo Pérez Rubalcaba sabe que no lo tiene fácil, pero nunca se ha caracterizado por tirar la toalla. Su principal oponente en estas elecciones generales, Mariano Rajoy, sabe lo que es estar en primera fila desde hace muchos años, sin embargo Rubalcaba es un corredor de fondo que se ha situado en primera fila cargado de experiencia a sus 60 años.
Rubalcaba, el gran apoyo de Zapatero
En 1974 ingresó en el PSOE, partido en el que milita desde entonces. En esa época colaboró con la Federación Socialista Madrileña y en las comisiones de Enseñanza e Investigación del partido, compatibilizando todo ello con sus estudios. Además, demostró su talento deportivo con el atletismo, disciplina que práctico entre los 14 y los 27 años y con la que llegó a ser subcampeón de España en 100 metros lisos.
Su licenciatura en Química no cayó en saco roto pues obtuvo la plaza de profesor titular de Química Orgánica en la Universidad Complutense de Madrid, trabajando a su vez en las Universidades de Constanza, en Alemania, y de Montpellier, en Francia. Desempeñó su labor hasta que su pasión por la política le llevó a abandonar su carrera como químico y docente para servir a España en el Gobierno. Su ascenso político comenzó en 1988 bajo la batuta de Felipe González cuando fue nombrado secretario de Estado de Educación, alzándose como ministro de Educación y Ciencia en 1992. Un año después se convirtió en ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes, ostentado su titularidad hasta 1996, cuando Felipe González perdió las elecciones ante José María Aznar.
Agradecido y consciente de su valía, Zapatero, que encabezaba la corriente reformadora llamada 'Nueva Vía', no dudó en contar con un político de 'la vieja guardia', siendo nombrado portavoz del Grupo Socialista en el Congreso. Dos años después consiguió un notable ascenso cuando sustituyó a José Antonio Alonso como ministro del Interior, cargo en el que se mantuvo hasta 2011. Como titular de una de las carteras más importantes se convirtió en uno de los hombres fuertes de nuestro país, llegando a ser un azote para el terrorismo etarra, uno de sus mayores logros. Como ministro alcanzó popularidad y prestigio, siendo incluso valorado por otros partidos. En octubre de 2010 María Teresa Fernández de la Vega abandonó la vicepresidencia primera y la portavocía del Gobierno, cargos que atesoró Rubalcaba.
Rubalcaba, el candidato ideal para el PSOE
Pero su gran salto llegó el 27 de mayo de 2011, fecha en la que fue propuesto como candidato a la presidencia del Gobierno para las próximas elecciones tras el anuncio de Zapatero de que no se presentaba a los comicios, precipitándose a la primera línea de fuego. El 8 de julio de ese mismo año dimitió de todos sus cargos para concentrarse en ganar unas elecciones que Zapatero adelantó al 20 de noviembre.
Desde el principio sonó como el candidato ideal para liderar el PSOE, sin embargo la imagen del partido estaba por los suelos a consecuencia de la crisis económica, hecho por el cual las encuestas siempre le han dado la espalda frente al PP. Siempre más valorado que su rival, Rubalcaba, amante del deporte, de la química, de su mujer y de sus sobrinos, de sus veranos en Llanes, de las novelas negras y del cine clásico, estuvo siempre decidido a coger el toro por los cuernos, a no tirar la toalla y a dar un 'sprint' final, siempre convencido de que no está todo perdido.