El autor explica en la entrevista la diferencia entre transexual y transgénero, así como el concepto de disforia de género. Reconoce que se siente afortunado de alguna manera porque no ha sufrido episodios graves de transfobia, si bien es consciente de que casi siempre está ahí: "He tenido suerte porque no he sufrido un ataque directo o físico. Es más sutil y un rechazo que está más en el día a día. Te das cuenta de quién es más tolerante y quién pasa por tolerante y a la hora de la verdad no lo es tanto. Considerando lo que han pasado otras personas trans me puedo sentir más o menos afortunado de no haber sufrido una mayor transfobia".
De la Ley Trans a las TERF
Y por supuesto en la entrevista había que abordar la Ley Trans, que considera que es fundamental. Señala también por qué no está muy de acuerdo con el término autodeterminación de género, lo que argumenta "porque no es algo que se decida, es algo que se dice. Una persona trans no es que elija cuál es su identidad sexual, es que solo nosotros podemos dar testimonio de lo que es esa identidad y lo que pedimos es que la sociedad se adapte a esta identidad sexual verdadera a través de cambio de documentos o tratamientos hormonales. Me gustaría que estuviera expresado de otra manera. Lo que cuenta es qué permite esa ley, si permite que alguien manifieste su identidad sexual y que se cambie todo lo que tengas que cambiar sin necesidad de tomar un tratamiento. No somos nadie para imponer un tratamiento o decir que esto es lo que te va a hacer hombre o mujer".
Alejandro Albán tiene un mensaje para las TERF, las trans-excluyentes, a la que se niega a calificarlas como feministas, y expresa que para él "ser una mujer no es producto de una educación. Las personas trans somos la prueba viviente de que la identidad sexual va más allá de la educación", manifiesta el autor.