1 Primera Dama
Si logra convertirse en Presidenta de los Estados Unidos, Hillary Clinton no necesitará un tour por la Casa Blanca. La estadounidense ocupó el puesto de Primera Dama durante los dos mandatos de su marido, entre los años 1993 y 2001, y no lo hizo de forma convencional. Clinton no se conformó con un papel de mera acompañante y decidió participar activamente en las labores políticas. "Cada una de mis predecesoras llevó a la Casa Blanca sus propias actitudes y expectativas, preferencias y aversiones, sueños y dudas. Como todas las primeras damas antes de mí, tenía que decidir lo que quería hacer con las oportunidades y responsabilidades que había heredado", confesó Hillary Clinton en sus memorias.
Hillary Clinton abandonó la Casa Blanca en el año 2001, momento en el que terminó la presidencia de su marido y, aunque reconoció que su papel de Primera Dama se había convertido en una auténtica lucha, decidió no abandonar la política y continuar con la cabeza bien alta ante aquellos que querían hundirla.
2 Escándalos sexuales
La vida marital de Hillary Clinton dejó de ser privada en el momento en el que su marido se postuló como aspirante a la Presidencia de los Estados Unidos. El mundo entero fue partícipe de los escándalos sexuales que salpicaron a Bill Clinton y, en consecuencia, a su Primera Dama. La demócrata se convirtió en una de las mujeres más buscadas por los medios de comunicación y recibió un aluvión de críticas y opiniones que no comprendían por qué no abría los ojos y abandonaba a su infiel marido.
El abanico de amantes de Bill Clinton se caracterizó por su extensión y muchas fueron las mujeres que aseguraron haber mantenido relaciones con el ya expresidente. El periodista Daniel Halper realizó un repaso de la vida amorosa de Clinton en su libro 'Clinton INC: La reconstrucción audaz de una máquina política' y en sus páginas se pudieron leer nombres como el de la actriz Barbra Streisand, que además fue una de sus mayores defensoras durante la campaña política, la británica Elizabeth Hurley y la ex Miss Arkansas Lencola Sullivan, entre otras muchas. Sin embargo, el mayor escándalo sexual al que tuvo que hacer frente Bill Clinton y que, sin duda, marcó la vida de su mujer, fue el que protagonizó junto a Monica Lewinsky.
El conocido como escándalo Lewinsky saltó en enero de 1998. Monica Lewinsky, que había entrado a trabajar junto al Presidente como becaria, confió en la secretaria Linda Tripp y le contó que había mantenido relaciones sexuales con Bill Clinton hasta en 9 ocasiones entre 1995 y 1997. La que se decía amiga de Lewinsky grabó dichas confesiones de manera secreta y se las pasó a Kenneth Starr, un abogado y consejero que estaba investigando al Presidente por un caso de acoso sexual. Los medios acabaron haciéndose eco de tal bombazo y, rápidamente, se convirtió en un asunto de verdadera preocupación nacional.
Bill Clinton afirmó ante las cámaras que él no había mantenido relaciones sexuales con su becaria, algo que Hillary Clinton creyó a pies juntillas. Ella misma apareció después en televisión asegurando que las acusaciones formaban parte de un plan malvado de sus enemigos y que eran totalmente falsas. El escándalo no dejaba de crecer y la Cámara de Representantes decidió abrir un proceso de impeachment (destitución) al Presidente por una doble causa: perjurio y obstrucción a la Justicia. Monica Lewinsky pasó a formar parte de un programa de protección de testigos y fue entonces cuando entregó un vestido con manchas de semen que se convirtió en prueba irrefutable. Clinton tuvo que admitir públicamente que había mantenido una relación impropia con su becaria, aunque aseguró que tan solo hubo sexo oral. A pesar de que se confirmara tan obvia relación, Bill Clinton consiguió mantenerse en la presidencia de los Estados Unidos hasta el final de su mandato.
Tal y como relató Hillary Clinton en su libro de memorias 'Historia viva', su marido le confesó tan sonada infidelidad poco antes de reconocerla públicamente. "Apenas podía respirar. Dando bocanadas de aire, comencé a llorar y a gritarle. Estaba más furiosa con cada segundo que pasaba. Y él tan sólo atinó a decir: Lo siento. Lo siento. Solo quería protegerte a ti y a nuestra hija", escribía la demócrata. A pesar de que para ella fue algo extremadamente doloroso, en especial por las mentiras de aquel a quien consideraba su mayor apoyo, decidió perdonar a Bill Clinton y mantenerse junto a él. Además, la furia de la ahora candidata se desató casi en su totalidad hacia Lewinsky, dejando un Bill Clinton que, después de los primeros instantes, salió bastante airoso de uno de los mayores escándalos del país.
3 La derrota contra Obama
La carrera política de Hillary no terminó con su salida de la Casa Blanca, todo lo contrario. Una vez finalizado el mandato de su marido, la que fuera Primera Dama comenzó a brillar cada vez más, y esta vez de forma totalmente independiente. En el año 2000 fue elegida senadora por Nueva York, cargo para el que sería reelegida con un extenso margen en 2006. Pero las aspiraciones de la senadora iban mucho más allá y en el año 2007 lanzó a través de su página web su candidatura para liderar el Partido Demócrata.
La campaña electoral se convirtió en una verdadera lucha encarnizada. Los Clinton ejercieron una enorme presión sobre la figura de Obama y su estrategia fue bastante agresiva con él. A pesar de todos los esfuerzos, Hillary Clinton fue derrotada por un más que amplio número de votos en las primarias demócratas por Barack Obama, que se convertiría más tarde en el primer presidente afroamericano de los Estados Unidos. Esto supuso un duro revés para una mujer cuyas ambiciones llegaban muy alto y que, además, partía como favorita en el comienzo de la campaña. La por entonces senadora, no reconoció inmediatamente su derrota y tan solo felicitó a Obama por su campaña, pero no por su victoria. Sin embargo, el tiempo aporta perspectiva a las situaciones y, en un intento por cicatrizar las heridas que continuaban abiertas en el Partido Demócrata, Obama le ofreció a su excompetidora la Secretaría de Estado, un cargo que Hillary Clinton aceptó y ocupó durante 4 años.
4 Secretaría de Estado
A mediados de noviembre de 2008 se comenzó a rumorear que Obama le había ofrecido a Hillary Clinton la Secretaría de Estado, pero no fue hasta el 1 de diciembre cuando se formalizó dicha propuesta. Clinton aseguró que aunque se resistía a dejar el Senado, esta nueva aventura le resultaba difícil y emocionante. El cargo se hizo efectivo el 21 de enero de 2009, cuando el Senado votó a favor de esta investidura. La demócrata se convirtió así en la primera ex Primera Dama en servir en el Gabinete de los Estados Unidos, una tarea que resulta más que complicada.
La política exterior de Clinton cambió de dirección y abogó por una posición más armónica ya que, tal y como dijo la por entonces Secretaria, "tenemos mucho daño que reparar". Sin embargo, y a pesar de sus buenas intenciones, Hillary Clinton tuvo que hacer frente a momentos muy duros durante este periodo. El 11 de septiembre de 2012 fue uno de los días más controvertidos en la Secretaría de Estado pues se produjo el asalto al consulado estadounidense en Bengasi (Libia). El ataque se saldó con cuatro fallecidos, Christopher Stevens, que era embajador de EE.UU, y tres funcionarios. Este suceso puso en jaque a Hillary Clinton, que se vio obligada a asumir las responsabilidades y admitir que existieron fallos en la seguridad de la sede.
Todo esto comenzó a quebrar la impecable imagen que los ciudadanos tenían de su Secretaria de Estado pero la hecatombe definitiva llegó con el escándalo de los correos, que, sin embargo, no se conoció hasta 2015. Al parecer, según las investigaciones del FBI, Hillary Clinton estuvo utilizando su cuenta de correo personal entre 2009 y 2013 para enviar mensajes que, supuestamente, contenían información secreta. La ex primera dama acudió al programa 'World News Tonight' de la cadena ABC para asumir sus responsabilidades y disculparse ante los americanos. "Lo siento. Ese fue un error [...] Tomo la responsabilidad y estoy intentando ser tan transparente como sea posible", declaró Clinton.
El FBI cerró la investigación por este asunto al considerar que, pese a haber actuado de forma "extremadamente descuidada" en el manejo de información oficial con su email privado, no había cometido ningún delito. La decisión del FBI llevó al Departamento de Justicia a no presentar cargos contra la ex Secretaria de Estado. Sin embargo, este quebradero de cabeza volvería a acudir junto a la candidata demócrata con la intención de empañar su campaña a tan solo dos semanas de la celebración de las elecciones presidenciales de 2016.
5 Candidatura a la Presidencia de Estados Unidos
Hillary Clinton siempre se ha caracterizado por ser una mujer fuerte, luchadora y constante que decidió no rendirse tras su fallido intento de convertirse en candidata del Partido Demócrata para las elecciones de 2008. El afán de Clinton de ser la primera mujer presidenta de los Estados Unidos ha sido más fuerte que cualquier fracaso y por ello, volvió a presentar su candidatura en el año 2016. En esta ocasión, se proclamó ganadora en las primarias demócratas, dejando a Bernie Sanders en un segundo plano y dando la bienvenida a una Hillary que por fin tenía tan deseada oportunidad en sus manos.
Su oponente, el republicano Donald Trump, no ha pasado precisamente desapercibido durante la campaña electoral y todo, gracias a sus propuestas y los múltiples escándalos en los que se ha visto envuelto. La mentalidad de Trump parece ser más que conservadora y entre sus planes de futuro se encontraba el de construir un muro que separase México de Estados Unidos, además de limitar el aborto, la cobertura sanitaria... Su popularidad, sin embargo, se ha visto mermada por los escándalos sexuales que ha protagonizado.
Hillary Clinton partía como favorita a la presidencia, en parte gracias a las estridencias de su oponente y en parte gracias a que disponía de un despliegue económico y de personal mucho más grande. Su campaña, calificada como una de las más sofisticadas, se ha centrado en conectar con las minorías y en ensalzar la experiencia de Clinton. "Puedo decir con confianza que nunca ha habido un hombre o una mujer más cualificado que Hillary Clinton para servir como presidente de Estados Unidos", declaró Barack Obama, quien se ha convertido en un férreo defensor de su compañera demócrata.
Sin embargo, todo este panorama favorable ha perdido mucha fuerza a tan solo dos semanas de la celebración de las elecciones. El director del FBI, que es por cierto un gran simpatizante del Partido Republicano, James Comey, reabrió el ya tratado asunto de los correos. La polémica ha vuelto a rodear a Hillary Clinton, a pesar de que el escándalo parecía haber quedado zanjado hace tiempo y de nuevo, uno de los asuntos que marcó su vida volvía para tratar de hundir su carrera política. Esto ha hecho que la candidata demócrata pierda su desahogada ventaja frente a Donald Trump y, a tan solo unos días de las elecciones, nadie sabe qué va a pasar.
A pesar de las dificultades que se presentan de cara a las elecciones, Hillary Clinton no se rinde y continúa luchando por ocupar el tan ansiado Despacho Oval. Se podría decir que ambos candidatos tienen un modo de entender la política y el mundo en general totalmente distinto por lo que, la victoria de uno u otro cambiará enormemente el curso de los acontecimientos y el futuro de los Estados Unidos.
A lo largo de los años, Hillary Clinton ha forjado una imagen fuerte, segura y decidida que algunos han llegado a calificar de fría y calculadora. El mundo entero ha sido partícipe de la vida de una mujer que podría llegar a hacer historia, una mujer que podría colocarse al frente de uno de los países más influyentes del mundo entero. Todo dependerá de los votantes, a quienes Hillary Clinton debe, para bien o para mal, su vida entera.